Ángel Plata, del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, ha obtenido el X Premio SEEA-Phytoma a la mejor comunicación en panel del XII Congreso de la Sociedad Española de Entomología Aplicada, celebrado en Málaga del 3 al 7 de octubre, por un trabajo sobre el complejo de parasitoides de Pseudococcus longispinus, la plaga que más pérdidas económicas genera en el cultivo del caqui en España. María Lázaro-Berenguer, del Instituto de Biotecnología y Biomedicina (BIOTECMED) de la Universitat de València, logró el segundo premio por un estudio de competencia in vivo entre proteínas insecticidas de Bacillus thuringiensis, mientras que Carles Tur, de TRAGSA, recibió el Premio SEEA a la mejor comunicación oral por su trabajo sobre el control integrado del mosquito tigre Aedes albopictus en la Comunidad Valenciana mediante la Técnica del Insecto Estéril.

El Premio SEEA-Phytoma fue creado en 2003 por la sociedad científica y la editorial especializada en sanidad vegetal para fomentar la investigación en el ámbito de la entomología aplicada. Al galardón optan los investigadores menores de 35 años que presentan comunicaciones en panel en el congreso nacional que organiza la SEEA cada dos años.

En el trabajo del IVIA premiado en esta edición, se ha estudiado el complejo de parasitoides de P. longispinus en parcelas de caqui de la Comunidad Valenciana, la principal zona de producción en la cuenca Mediterránea. El más abundante fue Anagyrus fusciventris, que representó el 84,8% de los parasitoides primarios encontrados y se encontró en todas las parcelas con presencia de la plaga. Otras especies de parasitoides primarios identificados fueron Cryptanusia comperei (7,7%), Anagyrus vladimiri (4,9%), Anagyrus aligarhensis (2,2%) y Tetracnemoidea peregrina (0,4%).

Los autores de este estudio también detectaron un gran número de hiperparasitoides, que llegaron a superar el 50% de ejemplares parasitados del pseudocóccido en otoño: Chartocerus sp. (52,7%), Prochiloneurus bolivari (40,6%) y Pachyneuron sp. (6,7%). “Se ha identificado un amplio complejo de parasitoides sobre P. longispinus dominado por A. fusciventris, pero la alta proporción de hiperparasitoides puede limitar su control biológico, especialmente en otoño”, concluye el estudio que ha recibido el primer premio, dotado con una estatuilla y 600€.

El segundo premio, dotado con 300€, estudia la combinación de proteínas con distintos modos de acción, una estrategia para impedir o retrasar la aparición de resistencias a algunas proteínas Cry que genera el uso extensivo de productos bioinsecticidas basados en Bacillus thuringiensis (especialmente cultivos Bt). Tradicionalmente, el estudio de ligando-receptor para las proteínas de Bt se ha abordado mediante ensayos in vitro, que proporcionan información sobre afinidad, abundancia y también si los receptores son compartidos o no por las distintas proteínas de Bt, ofreciendo así modelos de ‘sitios de unión’. En este trabajo se aplica una técnica complementaria en la que la competencia de dos proteínas de Bt por los mismos sitios diana es estudiada in vivo. La aplicación de esta técnica permite validar los modelos de unión propuestos in vitro, y ayuda a esclarecer la funcionalidad de los receptores compartidos entre proteínas.

Carles Tur, de la empresa pública TRAGSA, fue galardonado con el Premio SEEA, que concede la Sociedad Española de Entomología Aplicada a la mejor comunicación del congreso, por su trabajo sobre el control integrado del mosquito tigre Aedes albopictus en la Comunidad Valenciana mediante la Técnica del Insecto Estéril (TIE), que consiste en la cría, esterilización y liberación de mosquitos macho en grandes cantidades para que las hembras produzcan huevos inviables y se reduzcan así las poblaciones de la plaga.

Se trata de una herramienta de control respetuosa con el medio ambiente, que no genera resistencias y permite que los insectos puedan dispersarse y acceder a los lugares donde se encuentran las hembras vírgenes. En la Comunidad Valenciana, la Conselleria de Agricultura ejecuta desde 2018 una estrategia de control integrado de vectores basada en esta técnica sobre una superficie de hasta 177 ha. En el estudio de evaluación se han conseguido reducciones poblacionales significativas, tanto en el número de huevos colectados (reducción del 71,5% en 2019 y del 73,2% en 2020), como de las hembras adultas recogidas en las trampas (reducción del 77,2 % en 2020).