El escarabajo japonés (Popillia japonica), una de las veinte plagas prioritarias de la Unión Europea, se detectó en Galicia el pasado 20 de junio: el ejemplar de adulto hembra apareció en el municipio de Oleiros (A Coruña), dentro del equipaje de un turista que había viajado en un vuelo directo desde Milán (Italia), según informó la Organización Europea y Mediterránea para la Protección Vegetal (EPPO).
La presencia del insecto fue confirmada mediante identificación morfológica, tras la que se activaron las medidas de erradicación que recoge el Reglamento de Ejecución (UE) 2023/1584, y que incluye las inspecciones intensivas en la vivienda donde apareció el coleóptero y a lo largo del trayecto desde el aeropuerto. También se instalaron trampas alrededor del domicilio, en los alrededores del aeropuerto, en un campo de golf y en dos viveros ubicados a un kilómetro del lugar de detección. Estas trampas serán revisadas cuidadosamente durante al menos un ciclo completo de vida del insecto, más un año adicional.
Francia también informó a la EPPO de los primeros registros de esta plaga en su territorio. Se capturaron dos escarabajos machos en trampas en el departamento de Haut-Rhin (Alsacia), como parte de un programa oficial de vigilancia. El primero fue capturado el 1 de julio, cerca de una estación de trenes de mercancías; el segundo, al día siguiente, en una carretera cercana a Suiza. Como medida preventiva, se amplió la red de vigilancia con trampas adicionales instaladas en un radio de 1,5 km y que se inspeccionan dos veces por semana. Hasta el 16 de julio, no se habían registrado más individuos, por lo que se sospecha que se trata de casos aislados, ejemplares transportados por viajeros desde zonas infestadas. No se han establecido zonas demarcadas, aunque se han lanzado campañas informativas dirigidas a la población.
Francia ya tenía una zona demarcada en el departamento del Alto Rin, como parte de una zona tampón frente al brote detectado en Basilea (Suiza) el año pasado. El 16 de julio se capturó otro escarabajo dentro de esta zona, lo que ha obligado a las autoridades francesas a reforzar las labores de vigilancia.
Este mismo verano, se encontraron en Bélgica dos escarabajos muertos de esta especie en un almacén de una empresa industrial que había importado recientemente un envío (no sujeto a las regulaciones fitosanitarias) de una zona infestada de Europa.
En Eslovenia, donde la plaga se detectó en 2024, a principios de julio se capturaron once individuos de P. japonica en tres trampas situadas alrededor de la estación de autopista de Lukovica, ocho escarabajos en cinco trampas diferentes colocadas en los alrededores de la estación de autopista de Barje, en Liubliana, y uno en la estación de autopista de Dul, en Novo Mesto.
En el este de Estados Unidos se ha convertido en la plaga más destructiva en campos de golf, céspedes, prados y pastizales, así como en plantas herbáceas y leñosas
Originario de Japón, esta plaga es altamente polífaga: puede alimentarse de más de trescientas especies de plantas, como maíz, soja, vid, manzano, melocotonero, cerezo, rosas y fresas. Los adultos causan daños en hojas, flores y frutos, especialmente en días cálidos y soleados, mientras que las larvas atacan raíces de céspedes, praderas y campos de golf.
En el este de Estados Unidos se ha convertido en la plaga más destructiva en campos de golf, céspedes, prados y pastizales, así como en plantas herbáceas y leñosas. Hace una década, se calcula que se gastaban más de 460 millones de dólares cada año para controlar a las larvas y los adultos y alrededor de 156 millones de dólares para renovar o reemplazar el césped dañado o las plantas ornamentales. También es significativo el daño a los frutos de los árboles, a los pequeños frutos de arbustos, al maíz y a la soja.
El escarabajo japonés nunca ha sido una plaga importante en su territorio de origen, y no ha causado daños extensos en las Azores, pero los costes relacionados contra su lucha aumentan según avanza la propagación al resto de islas del archipiélago portugués. Algo parecido está sucediendo en el norte de Italia como consecuencia del avance de esta plaga en las regiones de Lombardia, Piemonte, Emilia-Romagna y Valle d’Aosta, donde se ha constatado que la erradicación es imposible y se ha tenido que pasar, oficialmente, a una estrategia de contención.
Aunque se puede confundir con otros escarabajos comunes en Europa, P. japonica se distingue por su tamaño (8-10 mm) y los característicos mechones blancos en los laterales del abdomen. El año pasado, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación elaboró el Plan Nacional de Contingencia de P. japonica para “impedir su aparición, y en caso de que aparezca, actuar con rapidez y eficacia, determinar su distribución y combatirla con el fin de intentar erradicarla y en todo momento evitar su propagación”.

