La tecnología MSB, desarrollada por el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), ha generado varias patentes basadas en una clase de activadores químicos de las defensas naturales de la planta y que se han mostrado eficaces contra los vectores del greening de los cítricos y contra el Mal de Panamá, la enfermedad que a nivel mundial más pérdidas ocasiona al cultivo del plátano en las zonas subtropicales.

En 2010, el CSIC registró una patente desarrollada en el IPNA con MSB (menadiona sodio bisulfito), un derivado hidrosoluble de la Vitamina K3, para controlar eficazmente los ataques de los únicos insectos que transmiten la bacteria que causa el HLB, Trioza erytreae (psila africana) y Diaphorina citri (psila asiática). “Hemos demostrado la bondad del MSB frente a los dos insectos vectores del HLB mediante ensayos de eficacia absoluta en condiciones de campo en las Islas Canarias (tres años) y África del Sur (dos años) con T. erytreae; y en México (dos años) en condiciones de campo y Brasil en invernadero con D.  citri”, explica Andrés Borges Pérez, investigador del CSIC desde 1974 hasta 2011 en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Canarias (actualmente, IPNA-CSIC) y coinventor de esta patente, que ha sido subarrendada a la empresa Biovert para su explotación comercial. Actualmente, diversos formulados basados en esta tecnología han sido registrados en España, México, Brasil, Chile, Sudáfrica y Australia.

“El hecho de que el tratamiento con MSB induciendo en las plantas propiedades antialimentarias haya sido efectivo frente a los dos únicos insectos vectores capaces de transmitir las bacterias causantes del HLB, sugiere que es capaz de sobrepasar la diferencia genética existente entre ambos insectos vectores, al menos en relación a la infestación del cítrico, lo cual podría ser válido para otras interacciones similares”, sostiene el investigador.

Gracias al MSB, el Grupo de Investigación de Activadores Químicos de las Defensas Naturales de la Planta del IPNA consiguió por primera vez, tras un siglo de lucha contra el Mal de Panamá en Canarias, prevenir y controlar esta la enfermedad causada por Fusarium oxysporum f.sp. cubense raza 4 subtropical (R4S). “En un futuro inmediato, estamos muy interesados en utilizar el MSB para tratar de combatir el nuevo Mal de Panamá de la platanera, que amenaza con la desaparición del cultivo de plátanos a nivel mundial”, señala Andrés Borges, ya jubilado pero cuyo hijo, Andrés Borges Rodríguez, dirige ahora este grupo de investigación.

El nuevo Mal de Panamá está devastando los cultivos de plátanos en Extremo Oriente desde hace más de quince años y llegó a África en 2013, donde ya en Mozambique los cultivos están siendo arrasados. El pasado verano fue detectado en plantaciones comerciales de Colombia. “Los resultados ya comentados en relación a la eficacia del MSB en el caso del HLB sugieren nuevamente que su eficacia para controlar la raza 4 subtropical (R4S) podría ser igualmente efectiva para controlar la nueva raza tropical (R4T) en los cultivos de plátanos canarios tratados con MSB”, confía Andrés Borges. Los investigadores del IPNA están en contacto con el Dr. Altus Viljoen, científico surafricano encargado por la FAO para coordinar la lucha contra el nuevo Mal de Panamá en el continente africano, y tienen previsto realizar ensayos con el MSB en Colombia o Mozambique.

Un reto actual supone la utilización de esta tecnología para el control de los vectores de Xylella fastidiosa. “Estamos actualmente investigando con el MSB en condiciones de cultivo en el campo, en colaboración con la Consejería de Agricultura y Sanidad Vegetal del Gobierno de las Islas Baleares, sobre olivo, almendro y viña, en diferentes islas del archipiélago”, explica Borges, que aconseja al Gobierno autonómico de la Comunidad Valenciana promover ensayos con el MSB en la provincia de Alicante, principal foco de la bacteria en la península.