Bayer, en línea con su compromiso con la sostenibilidad, ha presentado en Navarra el Proyecto Dionisio, su iniciativa para contribuir a la biodiversidad en fincas agrícolas en España. Se trata de una acción colaborativa, impulsada de la mano de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) y la ONG GREFA, que tiene como objetivo mostrar que una producción agrícola intensiva y a la vez sostenible es posible.

La presentación se llevó a cabo en Trujal Artajo, un olivar en ecológico situado en el municipio de Fontellas, y contó con la participación de Protasio Rodríguez, director general de Bayer Crop Science; Félix Bariain, presidente de UAGN; Richard Borreani, director de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Bayer Crop Science; Mariam Sánchez, representante del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico; y Carlos Urzaiz, propietario de la finca Trujal Artajo.

El proyecto Dionisio responde a un doble objetivo: demostrar que una producción agrícola intensiva es compatible con preservar y promover la biodiversidad y responder a las expectativas de la opinión pública y las exigencias legislativas sobre la promoción y conservación de la flora y la fauna autóctonas. Actualmente, se está trabajando en cuatro fincas seleccionadas en España en las que se están desarrollando Planes de Acción de Conservación (PAC) específicos para la zona y el cultivo.

Durante la presentación, Protasio Rodríguez recordó el desafío al que se enfrenta la agricultura de alimentar a una población en constante crecimiento, para lo que es necesario “incrementar la capacidad productiva de las explotaciones agrícolas y hacerlo a través de prácticas sostenibles que incorporen medidas de conservación de la biodiversidad. Por eso desarrollamos iniciativas como Dionisio, que ayudan a los agricultores a cumplir con la normativa europea y la estrategia Biodiversidad 2030”.

Por su parte, Mariam Sánchez destacó “la importancia de buscar prácticas que combinen la producción de recursos con la conservación del territorio y ayuden a frenar la pérdida de diversidad biológica”.

El proyecto Dionisio ha comenzado su andadura en la finca Quintana, una finca de 13,43 hectáreas de las que el olivar en ecológico ocupa 5,13 ha y que se encuentra ubicada en el municipio de Fontellas, en el área de La Ribera de Navarra. Se trata de un entorno único con más de 2.600 horas de sol al año, que dotan al enclave de una aptitud agronómica excelente para el cultivo del olivo. Su propietario, Carlos Urzaiz, señaló que “en la coyuntura actual, en un mundo con problemas de biodiversidad, clima extremo y escasez de agua, debemos entender que los agricultores tenemos una responsabilidad con el medio. La innovación en campo también pasa por lidiar con estos problemas y darles una solución al mismo tiempo que rentabilizamos nuestro trabajo”.

Tras un exhaustivo proceso de evaluación por parte de especialistas, el proyecto Dionisio ha implementado en la finca acciones destinadas a la diversificación del hábitat, como lindes vegetadas, posaderos para rapaces, cajas nidos para aves y murciélagos, y la instalación de una isla flotante, entre otras. Así, se pretende que la biodiversidad y el olivar estén lo más interrelacionados posible, favoreciendo un incremento de los servicios ecosistémicos que puede ofrecer la naturaleza.

Además de los beneficios individuales de cada una de las soluciones planteadas específicamente para la finca, todas sirven como conectores naturales entre sí. De esta forma, se genera un corredor natural de fauna y flora que favorece el flujo de especies dentro del olivar ecológico y mejora, además, la defensa del cultivo frente a la aparición de plagas.

Es fundamental compatibilizar este tipo de medidas que favorecen la sostenibilidad ambiental, con la debida y necesaria sostenibilidad económica del sector

Para Félix Bariain, proyectos de este tipo “aportan un valor añadido a los productores de la región gracias al compromiso ambiental que estos adquieren y que va relacionado con el aumento de la sostenibilidad y resiliencia de su cultivo. Asimismo, es fundamental compatibilizar este tipo de medidas que favorecen la sostenibilidad ambiental, con la debida y necesaria sostenibilidad económica del sector, cuya principal función es suministrar alimentos”.

Dionisio nace en el marco de la iniciativa Baydiversity, desarrollada por la compañía en 2011 para España y Portugal, con el objetivo de mostrar la compatibilidad entre productividad agrícola y conservación de la naturaleza, y que actualmente cuenta con más de setenta fincas que reciben asesoramiento en materia de biodiversidad de la mano de un amplio equipo de expertos. Richard Borreani explicó que en este tipo de iniciativas “es tan importante definir un Plan de Actuación adecuado a las especificidades de la finca y de su entorno como hacer un seguimiento del impacto de las medidas en la flora y fauna para asegurar que se cumplen los objetivos establecidos”.

Con Baydiversity y Dionisio, Bayer colabora en la conservación y restauración de la fauna y flora en zonas de cultivo, al promover acciones que mejoran la biodiversidad local y apoyar a los agricultores en la creación de hábitats naturales en sus campos.