Durante años, el suelo agrícola ha sido tratado como un simple medio de cultivo, pero cada año se entiende mejor su funcionamiento y sus interacciones en el ecosistema productivo. Su papel va mucho más allá de sostener las raíces: regula el agua, almacena nutrientes, alberga vida microbiana y actúa como filtro natural. En este contexto, Proactive® Humic, de Certis Belchim, se presenta como una solución eficaz para recuperar su funcionalidad, mejorar su fertilidad y optimizar el uso de recursos como el agua y los fertilizantes.
La agricultura actual está redescubriendo lo que la ciencia del suelo lleva tiempo advirtiendo: sin un suelo sano, no hay futuro agrícola. Esta nueva visión ha impulsado el uso de productos como Proactive® Humic, un mejorador de suelo formulado con extracto húmico de leonardita, que destaca por su capacidad para mejorar la estructura del suelo, aumentar su capacidad de retención hídrica, regular la disponibilidad de nutrientes minerales y activar la microbiota edáfica.
Un sistema vivo bajo nuestros pies
El suelo no es solo tierra. Es un sistema complejo y dinámico que, cuando se degrada por prácticas intensivas, exceso de fertilizantes minerales o laboreo agresivo, pierde su capacidad de retener agua y nutrientes, afectando directamente al cultivo. En estos casos, los ácidos húmicos y fúlvicos juegan un papel clave. Estas sustancias orgánicas, extraídas de leonardita, ayudan a restaurar el complejo arcillo-húmico, mejorar la capacidad de intercambio catiónico y estimular la actividad microbiana.
Proactive® Humic, gracias a su alta solubilidad y compatibilidad con sistemas de fertirrigación, ofrece una respuesta especialmente eficaz. Según François Leclerc, Portfolio Manager de Bioestimulantes en Certis Belchim, su formulación permite una acción regeneradora que mejora la disponibilidad de nutrientes minerales —tanto los presentes de forma natural como los añadidos— y potencia la eficiencia en el uso de fertilizantes (NUE – Nutrient Use Efficiency).
Mejora en la retención de agua
Uno de los beneficios más destacados de Proactive® Humic frente a otros extractos húmicos del mercado es su capacidad para mejorar la retención hídrica, especialmente en suelos arenosos. Su proceso de extracción exclusivo modifica el ácido húmico, incrementando su número de grupos hidroxilos que atraen el agua para retenerla y para una mejor solubilidad del formulado. Ensayos realizados por laboratorios independientes han demostrado una mejora superior al 20% en la capacidad de retención de agua, sin aumentar la conductividad eléctrica del suelo. Esta ventaja lo diferencia de otras tecnologías disponibles en el mercado y permite una gestión más eficiente del riego, aumentando la resiliencia del cultivo frente al estrés hídrico.
Aplicación adaptada a cada situación
La dosis adecuada de Proactive® Humic depende del estado del suelo y de las prácticas culturales del agricultor. En suelos muy degradados, se recomienda concentrar la aplicación, en una aplicación mensual de choque; en suelos menos afectados, es preferible repartir la dosis en aplicaciones semanales de mantenimiento. El producto está indicado para cultivos intensivos que emplean fertirriego, como frutales y hortalizas.
Una nueva forma de entender el suelo
La visión tradicional del suelo como un simple soporte para el cultivo ha quedado atrás. Hoy se reconoce como un entorno vivo que, cuando se cuida y se regenera, impulsa la salud vegetal y mejora la rentabilidad de las explotaciones agrícolas. En esta línea, Proactive® Humic se incorpora a estrategias de agricultura regenerativa, trabajando en conjunto con soluciones microbianas para reactivar los procesos naturales del suelo.
Más que reemplazar, su función es potenciar lo que ya existe bajo la superficie. Como destaca François Leclerc, Portfolio Manager de Bioestimulantes en Certis Belchim, “Proactive® Humic supone un avance en el uso de extractos húmicos de leonardita, ya que combina una alta solubilidad incluso en medios ácidos (hasta pH 4,5) con una notable capacidad de retención de agua, facilitando su aplicación y mejorando su funcionalidad en el suelo”.
En un momento en que la tecnología y la digitalización marcan el rumbo del sector, es clave no perder de vista lo esencial: la base de una agricultura eficiente y sostenible sigue estando en el suelo. Fortalecer su estructura, conservar la humedad y estimular su microbiota no es una opción, sino una necesidad para el futuro del campo.