En julio de 2010 se tuvo conocimiento de la existencia de la plaga de la avispilla del almendro en nuestro país, en la provincia de Albacete. Se trata de una plaga de gran virulencia con incidencia principalmente en plantaciones jóvenes, siendo las variedades de cáscara blanda las más susceptibles.

Causa el daño un himenóptero de la familia de los Eurytomidae, siendo el insecto adulto una avispilla de color negro, de entre 7-8 mm los machos y 4-6 mm las hembras. Las larvas son de color gris o blanco y pueden alcanzar hasta 10 mm de longitud. Tiene una generación por año. La oruga pasa el verano y el invierno en el interior de la almendra, alimentándose de ella, hasta que se produce su primera salida, entre marzo y abril, y empieza la puesta de huevos en la que cada hembra puede llegar a depositar entre 50 y 100.

La permanencia de frutos en el árbol tras la recolección es uno de los síntomas más llamativos de esta plaga. La mayoría de los frutos afectados permanecen en el árbol, incluso si la recolección se realiza de forma mecánica. Observados estos frutos de cerca se podrá detectar el orificio de salida del insecto si este ha abandonado ya la almendra.

Si se observan los síntomas descritos, deben avisar al Servicio de Sanidad Vegetal correspondiente.