CHANCRO BACTERIANO (Pseudomonas syringae)

Sin duda esta es la enfermedad más grave del cerezo en nuestras condiciones de cultivo y sin embargo el seguimiento de las recomendaciones para su control es muy bajo. Esta descripción trata de que comprendamos cómo funciona la enfermedad para que podemos atajarla.

¿Qué es?

La provoca la infección de una bacteria a una herida sea grande o microscópica. Es una enfermedad incurable, por lo que hay que convivir con ella. Sus daños son muy variables, desde apenas visibles hasta la muerte del árbol.

¿Cómo se multiplican las bacterias?

Su capacidad es infinita porque pueden reproducirse cada 20 minutos. Por eso es tan importante vigilar en los huertos de cerezo, la presencia de grandes reproductores de bacterias, como son las hierbas, especialmente las gramíneas, y otros cultivos, como perales, etc.

¿Cómo se desarrolla?

Las bacterias pasan el invierno en los tejidos infectados del árbol (chancros, brotes…). En primavera se depositan sobre hojas y flores sin causar daños aparentes, hasta que las lluvias y temperaturas son las adecuadas, y entonces infectan cualquier herida que detecten (brotes, hojas, frutos…). En otoño, infectan las cicatrices que dejan las hojas al caer y otras heridas (poda, quemaduras…). Las bacterias pasan desde los órganos infectados (flores, hojas, frutos…) a las ramas formándose los chancros que pueden anillar troncos y ramas, llegando a matar el árbol. Tratar con compuestos de cobre DURANTE (no después) de la caída de hojas es imprescindible.

¿Cuáles son las mejores condiciones para su reproducción?

Las temperaturas templadas y la humedad relativa alta, las óptimas son temperaturas de 12-15ºC y humedad del 80-90%; es decir, las condiciones que se registran en los días lluviosos o con niebla.

¿Cómo se desplazan las bacterias?

Ellas no pueden hacerlo solas, pero emplean diferentes medios, la lluvia y el viento son dos excelentes vehículos de las bacterias. Por eso, durante los periodos lluviosos y ventosos hay que evitar hacer cualquier tipo de heridas (no podaremos, no injertaremos….). Los barrenillos, esos pequeños escarabajos que se ven en las ramas de los árboles debilitados, también son un excelente método de expansión, porque cuando el barrenillo taladra un árbol infestado, se contamina de bacterias y las traslada. Nosotros también somos un factor importante de difusión, porque cualquier herramienta de poda o injerto transporta grandes cantidades de bacterias de un cerezo a otro. De ahí la necesidad de desinfectar las herramientas. Debemos ser muy selectivos con el material vegetal (plantones y espigas) porque si éstos están infestados, reproducirán la enfermedad.

¿Qué es lo que determina que sea tan frecuente en ciertas zonas?

  • Cultivar en suelos ácidos. El calcio es fundamental en el control de estas infecciones, porque es el elemento responsable de la elasticidad celular. La rigidez celular favorece las heridas (microheridas) por lo que las infecciones bacterianas son más frecuentes. Como nuestros suelos son muy deficientes en calcio, es imprescindible seguir mejorando su contenido con enmiendas cálcicas anuales, sin olvidar el nitrato amónico cálcico en primavera, que como se ha comprobado es la principal fuente de calcio en la alimentación del cerezo en estas condiciones.
  • Cultivar en secano. En estas condiciones los cerezos son muchísimo más sensibles que los de regadío, porque durante los periodos de sequía se paraliza el intercambio de agua de las células y se paraliza la nutrición del calcio.

Además cuando el árbol sufre un estrés, como el de la sequía, se defiende alterando su metabolismo, siendo el del calcio uno de los más afectados. No intensificar la densidad de plantación en las parcelas de secano o regar, paliará los daños de esta enfermedad.

  • Cultivar cerezos sanos entre cerezos afectados. Habitualmente plantamos cerezos nuevos entre los viejos, y como los viejos son grandes productores de bacterias y los jóvenes grandes receptores, porque su corteza aún es muy porosa, la contaminación está asegurada. Para remediarlo, es aconsejable replantar los huertos por zonas, y si esto no es posible, proteger muy bien los cerezos jóvenes hasta después de los 6 años.
  • Cultivar en zonas marginales. Para poder ampliar la superficie de cultivo, las plantaciones ocupan cada vez zonas hasta ahora impensables por considerarse poco aptas para el cerezo. En dichas condiciones las oscilaciones térmicas día-noche e invierno-verano son muy altas. Ante los cambios bruscos de temperatura, las células reaccionan alterando su funcionamiento normal al producir una proteína HSP (proteínas de choque térmico) y las bacterias infectan las células debilitadas, lo que favorece las infecciones.

Por ello, deberíamos evitar el cultivo en zonas de riesgo muy alto, como las vegas o lo alto de las sierras, cultivando en esos casos especies mejor adaptadas a dichas condiciones…o en caso de plantar cerezo, extremar las precauciones y prepararse para la batalla contra el chancro.

  • Cultivar en suelos asfixiantes. Cuando al cerezo le falta oxígeno, por exceso de agua o porque su estructura pesada (tipo arcillón), intenta compensarlo abriendo más las lenticelas (poros de la corteza) que son infectadas por las bacterias. Por ello, evitaremos plantar en estos suelos, mejorándolos según el caso con drenajes, enmiendas, cultivo en caballón, etc. antes de la plantación.
  • Injertar a púa. Las bacterias puede infectar cualquier herida y cuanto más grandes es, más fácil será. Las mesas de injerto son uno de los principales puntos de infección. Para reducir estas infecciones, es recomendable utilizar otro tipo de injerto, como el inglés o el de yema que provocan heridas más pequeñas, o si se mantiene el de púa proteger bien las mesas del injerto.
  • Injertar muy cerca del suelo. Cuanto más bajo está el injerto, más baja es la temperatura y más alta la humedad, por lo que la carga bacteriana alrededor del injerto es mayor y se incrementa la probabilidad de que éste se infecte. Por este motivo, nunca injertaremos por debajo de la rodilla o si lo hacemos, será usando un tipo de injerto, como el de yema, que se realiza cuando el nivel de bacterias es muy bajo.
  • Manejar inadecuadamente la cubierta vegetal. Si durante los periodos críticos de bacterias, de otoño a primavera, el entorno del tronco está cubierto hierbas, el nivel de bacterias próximo será altísimo, porque la humedad relativa es muy alta y las infecciones serán muy frecuentes. Por ello, hasta que el cerezo tenga más de 6 años, y su corteza ya sea menos permeable, en el pie de los cerezos o línea de cultivo es imprescindible un buen control de adventicias para que baje la humedad en dicha zona.

Tratamiento químico: 

HIDRÓXIDO CÚPRICO

OXICLORURO DE COBRE

SULFATO CUPROCÁLCICO

SULFATO TRIBÁSICO DE COBRE

 

Información recogida del CICYTEX: http://www.juntaex.es/filescms/con03/uploaded_files/SectoresTematicos/Agricultura/SanidadVegetal/Boletinfitosanitario/2020/Boletin_n20_2020.pdf