Una vez finalizada la recolección de la aceituna llega el momento de realizar la poda de los olivos. Para realizar esta labor hay que tener en cuenta una serie de  recomendaciones:

-          Mantener siempre los árboles con una relación hoja-madera alta, permitiendo un aclareo de mayor intensidad cuando en la explotación van a realizarse recolecciones destinadas a aceituna de verdeo.

-          Realizar podas que mantengan volúmenes de copa compatibles con las disponibilidades de agua (lluvia/suelo y riego).

-          Respetar la tendencia natural de la especie y de la variedad.

-          Las brotaciones deberán cubrir las ramas principales, tomando los olivos formas naturales.

-          En los olivos envejecidos, realizar podas de renovación que supriman maderas viejas, equilibren  la relación hoja-madera y permitan, en años posteriores, la reconstitución de la copa conservando las brotaciones, mediante la reducción temporal de la intensidad de poda.

-          En olivares de aceituna de mesa se realizará, además, un aclareo ligero de la copa para conseguir un adecuado tamaño del fruto.

-          Procura realizar el mínimo número de cortes posibles.

-          En árboles jóvenes, quitar las varetas o brotaciones adventicias de los troncos cuando estén aún poco desarrolladas y no se hayan lignificado, lo que unido a la aplicación de un mástic cicatrizante evitará los ataques de Euzophera pingüis que penetra aprovechando las heridas y que prospera en zonas con reducida afluencia de savia.

-          En olivar de almazara no realizar podas severas que eliminen mayor proporción de hoja que de madera.

-          Quemar o triturar los restos de poda antes de la salida de adultos de los barrenillos

-          No triturar los restos de poda dejándolos en el terreno, cuando existan árboles en la parcela afectados por verticilosis (Verticillium dahliae)

TUBERCULOSIS DEL OLIVO (Pseudomonas savastanoi Smith)

Enfermedad que provoca en ramas jóvenes 2-3 años, tumores que dificultan el paso de la savia, afectando de forma negativa a la productividad del árbol y en casos graves, al secado de ramas. La bacteria que provoca esta enfermedad, precisa de heridas para penetrar, heridas que en el olivo han podido ser causadas por la caída de hojas, el granizo, heladas o recolección.

Si bien la temperatura óptima de desarrollo de este parásito se establece en 22-25ºC, con temperaturas de 5-10ºC, se ha observado, en algunos casos, infecciones que provocan tumores en las ramas.

La variedad empeltre está catalogada como muy susceptible y la variedad arbequina como susceptible.

En las parcelas con problemas, la poda se realizará en tiempo seco, se eliminarán las ramas con tumores, quemándose

inmediatamente en el mismo sitio, sin desplazarlas por la parcela. Los olivos afectados se podarán los últimos y se desinfectará la herramienta de poda.

En la recolección por vareo o mediante vendimiadora se producen gran cantidad de heridas, en dichas circunstancias y en las parcelas donde se detecten los tumores, se recomienda realizar un tratamiento inmediatamente después de finalizar la recolección.

Los tratamientos serán preventivos, no existen tratamientos curativos.

Producto recomendado: Cobre