Phytohemeroteca 149 - Mayo 2003

Número de Edición: 149
Mes / Año: MAYO 2003
Autores: A. BELLO, A. GARCÍA-ÁLVAREZ, J.J. IBÁÑEZ
Sección: Patógenos del suelo
Abstract: Aunque pueda sorprender, los científicos carecen de una respuesta precisa de qué es el suelo. En principio se trata de un concepto intuitivo, pero que se escapa a cualquier tipo de definición científica rigurosa. Todas las definiciones dadas hasta la fecha son sesgadas o muy deficientes en su contenido. En el fondo no debería extrañarnos por cuanto los biólogos tampoco son capaces de definir que es la vida o precisar las características de la materia viva. La definición de suelo ha cambiado históricamente en función de la percepción y las demandas sociales de cada época. En cualquier caso, ya que las ciencias del suelo se desarrollaron bajo la influencia de la agronomía, no debe extrañarnos que sus concepciones fueran mayoritariamente productivistas.

Número de Edición: 149
Mes / Año: MAYO 2003
Autores: V. CEBOLLA, PILAR MONFORT, C. NAVARRO, S. LLORACH
Sección: Patógenos del suelo
Abstract: Desde hace algunos años en algunas fincas replantadas aparece un síndrome que comienza por un retraso en el crecimiento seguido de marchitez de algunas hojas basales, la sección transversal del tallo y de las hojas muestra zonas necrosadas (figura 10) limitadas a los haces vasculares de las plantas, la sección longitudinal muestra la extensión de la necrosis hacia el ápice del tronco y de las hojas. De los tejidos de la zona de avance, aparentemente sanos, se consigue aislar el hongo Verticillium dalhiae Kleb. (figura 12) en medio PDA + streptomicina, en el que se aprecia la coloración oscura debida a la presencia de miroesclerocios. La enfermedad afecta a una gran parte de los campos de Benicarló pero también a otras zonas como la huerta de Valencia, Llíria, o Lorca (Murcia).

Número de Edición: 149
Mes / Año: MAYO 2003
Autores: M. LÓPEZ, R. PEÑALVER, E.G. BIOSCA, E. MARCO-NOALES
Sección: Patógenos del suelo
Abstract: Distintas especies de bacterias fitopatógenas de los géneros Agrobacterium, Erwinia, Pseudomonas, Ralstonia y Xanthomonas pueden sobrevivir en el suelo durante períodos más o menos largos, pero su detección en dicho reservorio presenta importantes problemas. La gran diversidad microbiana del suelo y la heterogénea distribución de las bacterias en el mismo dificultan considerablemente el análisis bacteriológico de estas muestras. Por un lado, el método clásico de aislamiento en medio de cultivo sólido no suele dar buenos resultados, debido a la escasez de medios apropiados y/o a la pérdida de cultivabilidad de las células bacterianas bajo determinadas condiciones ambientales. Otro método utilizado, como el uso de plantas trampa, es difícil de aplicar a grandes extensiones de terreno. Por otro lado, los métodos serológicos y la PCR han contribuido a enriquecer la batería de técnicas disponibles para el análisis de bacterias fitopatógenas en muestras de suelo. Sin embargo, debido a la complejidad microbiológica de este sustrato, junto con la abundancia de inhibidores de la PCR en muchos tipos de suelo, suelen dar lugar a falsos resultados positivos y/o negativos. Todo ello ha dificultado en la práctica la aplicación de estas metodologías a la detección rutinaria y los estudios epidemiológicos en muestras de suelo.
A pesar de estos inconvenientes, en los últimos años se han desarrollado distintas estrategias de detección que han permitido avanzar en el conocimiento de la supervivencia en suelo de distintas bacterias fitopatógenas, como Agrobacterium tumefaciens y Ralstonia solanacearum.

Número de Edición: 149
Mes / Año: MAYO 2003
Autores: E. PÉREZ ARTÉS, A.R. RUZ CARRILLO, J. MERCADO BLANCO, R.M. JIMÉNEZ-DÍAZ
Sección: Patógenos del suelo
Abstract: El Control Integrado de Enfermedades es uno de los componentes clave en la Agricultura Sostenible. Para la puesta en práctica de dicha estrategia de control, una de las principales medidas es la utilización de suelos libres del patógeno, o que contengan cantidades mínimas de ellos. En el caso de hongos fitopatógenos del suelo cuyas poblaciones contienen variantes patogénicas (razas o patotipos) con virulencia diferencial frente a cultivares del huésped, la identificación específica del patotipo o raza prevalente en un área es indispensable para adoptar medidas eficientes de control, fundamentalmente aquéllas referidas al uso de cultivares resistentes.
Dos ejemplos de patosistemas en los que se pone de manifiesto lo anteriormente referido son los constituidos por Verticillium dalhiae / olivo (Verticilosis) y Fusarium oxysporum f. sp. ciceris /garbanzo (Fusariosis Vascular). Tanto V. Dalhiae como F. oxysporum f. sp. ciceris son hongos capaces de sobrevivir durante años en el suelo, en ausencia del huésped, mediante la formación de estructuras de resistencia, y además sus poblaciones presentan una variabilidad patogénica acusada. Asimismo, en ambos casos la patogénesis comienza con la invasión de los tejidos subterráneos de la planta y la subsiguiente colonización vascular y sistémica de ésta.

Número de Edición: 149
Mes / Año: MAYO 2003
Autores: M. SANTOS, F. DIÁNEZ, R. BLANCO, J. TELLO
Sección: Patógenos del suelo
Abstract: La supresividad asociada a residuos compostados es una propiedad importante a tener en cuenta en el marco de la agricultura, ya que puede suponer un descenso en el número de tratamientos requeridos para el control de enfermedades fúngicas. La utilización de diferentes materiales susceptibles de ser empleados como sustratos compostados da origen a la necesidad de conocer su composición microbiológica para su caracterización y la de analizar la propiedad conocida como supresividad de las enfermedades de origen edáfico que enferman a las plantas.
En el presente trabajo, se presentan los primeros ensayos tendentes a evaluar la supresividad natural o inducida de residuos compostados de orujo de vid, frente a hongos fitopatógenos del suelo. Para ello, se ha llevado a cabo la cuantificación de la microbiota bacteriana y fúngica presente en el compost y se ha evaluado su capacidad antagonista in vitro, frente a diferentes hongos patógenos. Como resultado se ha obtenido una gran diversidad en la microbiota, sea esta fúngica y bacteriana, que han resultado ser antagonistas del crecimiento fúngico.

Número de Edición: 149
Mes / Año: MAYO 2003
Autores: B. VELÁZQUEZ-MARTÍ, C. GRACIA-LÓPEZ, C. JORDÁ GUTIÉRREZ, P. SAVAL-CARRERA
Sección: Patógenos del suelo
Abstract: La aparición de determinados microorganismos en un suelo o sustrato después del cultivo sucesivo de la misma especie provoca, en ocasiones, su inhabilitación para la producción. En particular, los cultivos en sustratos en invernaderos se ven afectados por microorganismos infecciosos radiculares que producen pérdidas económicamente importantes. La mayoría de las enfermedades radiculares destructivas que aparecen en estos cultivos se han atribuido directa o indirectamente a hongos de los géneros Pythium sp., Phytophthora sp., Plasmopara sp. y Olpidium sp. que producen enfermedad por si mismos o bien actuando, como este último, de vector. Por ejemplo, la virosis Melon Necrotic Spot o virus del Cribado del Melón en el caso de Olpidium bornovanus, o del Big-vein de la lechuga en el caso de Olpidium brassicae. Estos hongos producen esporas móviles conocidas como zoosporas, que se ven favorecidas en un medio acuático, habiéndose demostrado experimentalmente su propagación por recirculación de la solución nutritiva infectada.El tratamiento con microondas consiste en un método físico de desinfección que busca incrementar la temperatura del suelo y de los microorganismos para conseguir la desinfección al alcanzar puntos térmicos letales "death thermal points". En estos puntos se produce la desnaturalización de las proteínas, haciéndolas inactivas y en consecuencia se produce la muerte del microorganismo patógeno. La frecuencia correspondiente a las microondas cae en el rango de la rotación de las moléculas pequeñas como el agua, entrando estas en resonancia (velocidad crítica de rotación), provocando gran agitación. La resistencia a esta agitación provoca el calentamiento.El tratamiento térmico del suelo por radiación de microondas ofrece una posible alternativa a la desinfección química.
Uno de los problemas que plantea el diseño de aplicadores de microondas es la falta de uniformidad superficial en la transformación de energía, debido a lo cual, la mayoría de aplicadores comerciales realizan una agitación de onda (cambios de la dirección de propagación) y un movimiento mecánico del material irradiado. Este sistema no es eficaz en superficies amplias.
Para una aplicación práctica, dada la condición estática del terreno, se necesita un sistema que realice una distribución de onda superficial homogénea sobre el suelo, permitiendo un calentamiento uniforme. Para este fin se utilizó un guía de ondas que permitiera una distribución superficial.
Desde hace varios años el Departamento de Mecanización y Tecnología Agraria en colaboración con el Grupo de Calentamiento por Microondas de la E.T.S. de Ingenieros de Telecomunicaciones, ambos de la Universidad Politécnica de Valencia, está trabajando en el desarrollo de prototipos de aplicadores de microondas destinados a la desinfección de sustratos y suelos agrícolas.
En este trabajo se ensaya la eficiencia de un prototipo aplicador de microondas con guía ranurada, capaz de irradiar una superficie amplia de suelo en la eliminación de hongos, en vistas a una aplicación de este sistema en un tren de siembra para semilleros.
Estos trenes de siembra están formados por módulos con operaciones independientes. Inicialmente llenan bandejas de alveolos con sustrato, pasando posteriormente por humidificadores y un rodillo de punzonado que produce un pequeño hoyuelo donde de forma automática se deja la semilla. Esta es cubierta con otra pequeña porción de sustrato y se procede a su almacenamiento en invernadero.
La idea es crear un aplicador modular para desinfección de bandeja y sustrato simultáneamente, que se incorpore al tren descrito una vez se ha producido el llenado de las bandejas, y antes de depositar la semilla.

Número de Edición: 149
Mes / Año: MAYO 2003
Autores: M. FE ANDRÉS
Sección: Patógenos del suelo
Abstract: Los nematodos son los organismos multicelulares más numerosos presentes en los agrosistemas donde pueden encontrarse a densidades superiores a 30 millones/m2. Se han detectado ocupando cualquier nicho que puedan formar el suelo, la vegetación u otros biotas. Algunas especies atacan y parasitan animales y al hombre y pueden causar distintas enfermedades. El resto, según sus hábitos alimentarios se pueden clasificar en varios grupos tróficos: saprófagos, omnívoros, depredadores, y parásitos de plantas. Aunque todos ellos pueden ejercer cierto impacto en la producción agrícola, los nematodos fitoparásitos constituyen el grupo más importante por su acción patogénica. Las pérdidas de cosecha anuales estimadas debidas a nematodos parásitos de plantas en la producción agrícola mundial se aproxima al 11% y en términos absolutos las perdidas económicas anuales se calculan en torno a los 80 billones de dólares (Agrios, 1997). Entre los cultivos más directamente afectados por la acción patógena de los nematodos destacan los de tomate, banana, cacahuete, tabaco, café, cacao, algodón, coco, soja y en regiones templadas principalmente los de cereales, patata, remolacha, maíz y judías y demás hortícolas.
El ciclo vital de la mayoría de los nematodos patógenos de plantas transcurre en el suelo. Muchos viven libremente en el suelo, alimentándose superficialmente de las raíces y tallos subterráneos, pero incluso en los parásitos especializados sedentarios, los huevos, las edades juveniles preparasíticas y los machos se encuentran en el suelo durante toda o parte de su vida. La temperatura del suelo, el grado de humedad y de aireación afecta al movimiento y supervivencia de los nematodos en el suelo. Los nematodos aparecen en mayor abundancia en el nivel del suelo comprendido entre 15 y 30 cm. La distribución de los nematodos en los suelos cultivados es usualmente irregular y es mayor en o alrededor de las raíces de las plantas susceptibles que en ocasiones alcanzan profundidades considerables (30-150 cm o más). La mayor concentración de nematodos en la región de las raíces se debe primariamente a su mayor tasa de reproducción por la disponibilidad continua del alimento y también a un proceso de atracción de los nematodos por determinadas sustancias liberadas en la rizosfera.
La dispersión de los nematodos a través del suelo por sus propios medios es lenta y muy limitada, de tal forma que la distancia máxima cubierta por un nematodo probablemente no excede unos pocos metros por estación. Dentro del suelo se mueven más rápidamente cuando los poros están recubiertos por una fina película de agua (de pocas mm de espesor) que cuando el suelo está totalmente saturado de agua. Además de por su propio movimiento, los nematodos se dispersan también fácilmente por cualquier medio que mueva y pueda transportar las partículas de suelo. La maquinaria agrícola, irrigación, aguas de drenaje o inundaciones, patas de animales, pájaros y tormentas de polvo dispersan a los nematodos en áreas locales, mientras que en grandes distancias los nematodos se dispersan primariamente con los productos de las explotaciones agrícolas y las plantas de vivero.
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