Simposio Internacional sobre "Problemática actual de las resistencias en cultivos mediterráneos. El manejo de las resistencias a funguicidas, herbicidas e insecticidas" organizado por PHYTOMA-España que se celebró los días 16 y 17 de noviembre en el Salón de Actos Paraninfo de la Universidad Politécnica de Valencia, se cerró el día 17 con la celebración de una Mesa de Debate sobre la "Prevención de las resistencias en campo: la transferencia tecnológica en el manejo de las resistencias a funguicidas, herbicidas e insecticidas", en la que intervinieron D. Emilio Montesinos, D. Andreu Taberner (moderador), D. Carlos Zaragoza y D. Pablo Bielza, y cuyas conclusiones publicamos a continuación.

La transferencia tecnológica en el manejo de las resistencias a fungicidas

Emilio Montesinos Seguí

(Catedrático de Producción Vegetal (Patología Vegetal). Instituto de Tecnología Agroalimentaria-CIDSAV. Universitat de Girona)

El 16 y 17 de noviembre del pasado 2005, se celebraron con éxito en Valencia, como viene siendo la tónica general en otros eventos organizados por PHYTOMA, unas jornadas técnicas sobre la problemática actual y el manejo de las resistencias a bactericidas, fungicidas, herbicidas e insecticidas en cultivos mediterráneos.

Durante las jornadas pude constatar con satisfacción como los profesionales que trabajamos en protección de cultivos contra enfermedades, plagas o malas hierbas, compartimos conceptos, aproximaciones experimentales, y estrategias antiresistencia, a pesar de que los organismos diana difieren considerablemente.

Sin embargo, examinando a fondo el estado de la investigación de las resistencias en el campo de la Fitopatología, y comparativamente con las otras disciplinas como la Entomología y Malherbología nos enfrentamos a numerosas limitaciones metodológicas más acusadas, especialmente en los estudios de campo.

El principal problema del estudio de los microorganismos patógenos de las plantas reside en su enorme capacidad de multiplicación (tiempo de generación de pocas horas) y tamaño poblacional (hasta 10^12 individuos por planta en bacterias), gran heterogeneidad en su distribución espacial, y con frecuencia la existencia de una estructura poblacional compleja (razas, patovares, biotipos), en comparación por ejemplo con insectos que causan plaga. Todo esto comporta, junto con la escasez de técnicas analíticas cuantitativas para la mayoría de patógenos, grandes dificultades para determinar los niveles de patógeno en campo y establecer umbrales de daños, algo tan necesario en Producción Integrada.

En la búsqueda de estrategias antiresistencia, a parte de las clásicas preconizadas por los comités de acción específicos, no faltaron las opiniones pesimistas ante el nuevo panorama que se deriva de la directiva 91/244 CEE, y el hecho de que en algunos casos, el problema no resida en la existencia de resistencias, sino más bien en la falta de materias activas para el control de ciertas enfermedades (por ejemplo en el control de bacteriosis).

Otro punto a destacar se centró en materias activas de nueva generación como productos biológicos e inductores de defensas, las expectativas que están creando y sus perspectivas futuras. Evidentemente, ante un escenario de reducción significativa en materias activas fungicidas y bactericidas convencionales, dichos productos deberían ofrecer grandes esperanzas para completar el espectro de productos fitosanitarios. Sin embargo esto no es así a pesar de los considerables esfuerzos que se realizan en investigación en este campo. Sólo hay que echar una ojeada a las ponencias que se presentan en congresos o a los índices de revistas en el campo de la Fitopatología para hacerse una idea de su peso específico. Es decir, a pesar de que existe una demanda en el sector productivo, de que se destina una parte importante de recursos a investigación en el campo de los productos biológicos, el sector empresarial no muestra suficiente entusiasmo. Sin embargo, en muchos casos, el problema reside en que la eficacia y consistencia de los resultados de estos productos es menor que en los convencionales, y en que obviamente, el escenario actual de expectativas de mercado y requerimientos para registro no es nada favorable.

Otro punto tratado fue la necesidad de potenciar la relación entre Universidades, Centros de investigación y empresas del sector, que ciertamente existe pero que es del todo insuficiente, especialmente en el campo de las resistencias.

Sin embargo, el problema no sólo reside en la actitud de las empresas, sino en los estímulos que percibe el investigador desde su propia Institución. Desde la perspectiva de la Universidad y de la carrera académica se valora escasamente a nivel curricular y se estimula poco la actividad de transferencia de resultados de investigación. Además, en muchos contratos de I+D con empresas, aunque los resultados sean relevantes éstos no se publican debido a cláusulas de con fidencialidad. Obviamente ante las actuales corrientes de valoración curricular, los jóvenes investigadores prefieren asegurar su futuro mediante publicaciones en revistas de impacto referidas en el Journal of Citation Reports (Science Citation Index).

Finalmente, se sugirió la necesidad de una mayor colaboración entre los diferentes comités de acción antiresistencias FRAC, IRAC y HRAC. Necesidad que debería hacerse extensiva a las sociedades científicas de Fitopatología, Entomología Aplicada y Malherbología, cuyo peso específico resulta esencial en nuestro contexto de la Protección de Cultivos.

La transferencia tecnológica en el manejo de las resistencias a herbicidas

C. Zaragoza, A. Cirujeda (CITA-DGA)

S. Fernández-Cavada, E. Rodríguez (CPV-DGA)

J. Aibar (E.P.S. Huesca)

En este trabajo presentando en la mesa de debate sobre "Prevención de las resistencias en campo: la transferencia tecnológica en el manejo de las resistencias a funguicidas, herbicidas e insecticidas", se describen y comentan los resultados de una encuesta realizada en 2005 a 40 técnicos especialistas en protección vegetal, con el fin de reflejar la percepción que tiene el sector respecto a las resistencias a herbicidas en Aragón.

La transferencia o divulgación sobre el manejo de herbicidas en general, y sobre las resistencias en particular, está en manos de:

- Las empresas fabricantes de fitosanitarios.

- Los distribuidores de estos productos.

- La Administración Central.

- La Administración Autonómica.

- El CPRH (Comité de Prevención de la Resistencia a Herbicidas).

- Las organizaciones de productores: ATRIAs, ADVs.

- Los propios agricultores.

En 2000 se realizó una encuesta en cuatro Comunidades Autónomas (Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura y La Rioja) para conocer la influencia de los Boletines de Avisos, distribuidos periódica y gratuitamente entre numerosos agricultores y técnicos, en el uso de herbicidas. Se procesaron más de 600 encuestas (ZARAGOZA et al., 2001).

Los encuestados indicaron como principales malas hierbas:

- Cynodon dactylon (48%), Lolium rigidum (43%), Avena spp. (35%), gramíneas estivales anuales (35%), Amaranthus spp. (32%), Salsola kali (26%), Cyperus rotundus (18%), Sorghum halepense (15%).

- Solamente un 7% de los encuestados citaron las "resistentes" como problema.

- Como principales problemas con los herbicidas se mencionaba: el precio (47%), la falta de eficacia o irregularidad (46%), el miedo a causar daños en el propio cultivo (41%).

El problema de las resistencias puede ir englobado en el apartado de la "falta de eficacia", pero parece evidente que los encuestados no lo consideraron un problema principal.

Para conocer la percepción actual del problema de las resistencias a herbicidas entre especialistas de protección vegetal, se ha realizado una encuesta entre 40 técnicos de ATRIAs, distribuidores de fitosanitarios y algunos técnicos de explotaciones en Aragón.

 

Resultados de la encuesta

Los encuestados trabajan principalmente con cereales de invierno (56%), frutales (29%), maíz (21%), arroz y vid (9%) y también con otros cultivos (12%).

La encuesta se ha realizado en octubre de 2005, obteniendo estos resultados:

- El 100% de los encuestados ha oído hablar de las resistencias a herbicidas y ninguno de los encuestados cree que el problema de la falta de eficacia consista exclusivamente en las resistencias.

Otros datos interesantes que surgieron de la encuesta fueron:

- El 55% tiene el problema en su zona de trabajo.

- El 48% indica que el problema está extendido.

- El 45% considera que el problema es grave.

- El 80% considera que el agricultor no tiene información suficiente.

- El 55% conoce los folletos editados por el CPRH.

A la pregunta: ¿Qué herbicidas tienen poblaciones resistentes?

- El 69% menciona herbicidas del grupo O (hormonales).

- El 31% menciona herbicidas del grupo K3 (cloroacetamidas) y G (glicinas).

- El 27% mencionan herbicidas del grupo C1 (triazinas).

- El 23% mencionan herbicidas del grupo A (fop, dim), B (sulfonilureas, imidazolinonas) y C (ureas).

No obstante, se debe tener en cuenta que la percepción de un problema por parte de los técnicos no implica necesariamente una valoración objetiva del mismo.

En cuanto a las especies problemáticas para su control se reseñan:

- Papaver rhoeas: 69%

- Lolium rigidum: 29%

- Chenopodium album: 14%

- Sorghum halepense: 14%

- Xanthium strumarium: 14%

- Cynodon dactylon: 11%

- Echinochloa spp.: 11%

- Malva sylvestris: 11%

Cabe reseñar también que es evidente que en algunos casos se confunde resistencia con insensibilidad.

Frente a la pregunta: ¿Cómo resuelven los agricultores de su zona el problema de las resistencias?, las respuestas han sido las siguientes:

- Con rotación de herbicidas (72%)

- Con labores (28%)

- Con rotación de cultivos (21%)

- Aumentando la dosis (10%)

La mayoría de los encuestados sigue dependiendo de los herbicidas para resolver el problema, lo que es, en cierta manera, inquietante.

 

Conclusiones

Los técnicos y distribuidores están informados en su mayoría pero existe confusión entre "resistencia" e "insensibilidad".

La mitad considera que el problema es grave, aunque muchos creen que se confunde con las malas aplicaciones, por lo que hay que mejorar su calidad.

La mayoría indica que el agricultor no tiene información suficiente, por lo que hay que seguir esforzándose en el campo de la divulgación (charlas, jornadas, folletos, etc.)

La mayoría menciona problemas con los herbicidas del grupo O (hormonales), los más antiguos y extendidos. Otros grupos citados son: K3, G, C1, A, B y C2. Convendría estudiar la gravedad de cada caso, especialmente en los monocultivos.

La recomendación alternativa a los herbicidas hormonales para el control de dicotiledóneas en cereales es compleja, ya que el grupo B se considera de alto riesgo y las opciones mecánicas o agronómicas no siempre tienen suficiente eficacia o rentabilidad.

 

Agradecimientos: A todos los técnicos que han tenido la amabilidad de contestar la encuesta y a María León que ha analizado minuciosamente las respuestas.

La transferencia tecnológica en el manejo de las resistencias a insecticidas

Pablo Bielza

Departamento de Producción Vegetal. Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica. Universidad Politécnica de Cartagena.

Durante el desarrollo y posterior discusión de la Mesa de Debate sobre "Prevención de las resistencias en campo: la transferencia tecnológica en el manejo de las resistencias a funguicidas, herbicidas e insecticidas", lo que quise transmitir sobre la problemática de la transferencia tecnológica al sector fueron dos cosas:

- La primera es que creo que existe un nivel de formación muy bajo en control químico.

El nivel técnico, no ya de agricultores, sino de técnicos de campo, distribuidores, servicios de sanidad vegetal, etc..., es muy bajo en control químico.

Comparativamente, y casi paradójicamente, el nivel de conocimientos en control biológico es mayor que en control químico a todos los niveles. No se sabe el modo de actuación, qué significa que un producto sea de un grupo u otro, qué consecuencias tiene en las estrategias de manejo de la resistencia,... Creo que se debe de hacer un esfuerzo en formar e informar sobre un control químico mejor.

- Éste era mi principal aportación. También añadí que otro problema de la transferencia tecnológica es que el sistema español de ciencia y tecnología no lo valora en absoluto (sí en teoría, pero no en la práctica), por lo que este esfuerzo es puramente vocacional, y por eso se realiza poco.

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