La promoción de frutas y hortalizas se ha convertido en un factor importantísimo para el negocio hortofrutícola. La posición dominante, comercialmente hablando, que en un pasado tuvo España se ha visto amenazada y debilitada por la continua entrada de producciones de terceros países, que con menor calidad y mucho menos precios, están permanentemente desplazando a la industria hortofrutícola española de los mercados internacionales.

Por eso, los grandes pensadores del "marketing agrario" en nuestro país coinciden de forma unánime en que la promoción es un factor de máxima importancia para poder "llegar más directamente al consumidor".

La batalla comercial en los circuitos europeos de comercialización entre distribución y producción parece que en los últimos tiempos ha encontrado la ansiada paz, ya que los operadores hortofrutícolas de la geografía española son plenamente conscientes del gran valor que supone promocionar frutas y hortalizas. Por esta razón, entidades como la organización interprofesional INTERCITRUS y la Indicación Geográfica Protegida "Cítricos Valencianos" han sido capaces de abordar campañas de promoción serias, contundentes y eficaces que han "seducido y conquistado" al consumidor mediante originalidad y mucha imaginación.

Lamentablemente, todavía queda muchísimo por hacer en el sector hortofrutícola en el capítulo de promoción y, por esta razón, es necesario acometer más acciones conjuntas en cultivos que no están suficientemente promocionados como es el caso del limón, cuyos expertos y conocedores aconsejan una promoción como condimento.

No obstante, hay que reconocer que es necesario que cunda el ejemplo en materia de promoción y divulgación que se realizan en sectores tan variados como el vino, los cítricos, las frutas, etcétera. Hay que desterrar ese falso concepto de que la promoción es algo inútil, pues merece la pena y proporciona beneficios a la industria agroalimentaria a corto y medio plazo.

 

Las Marcas de Calidad: un fuerte apoyo

Otro fuerte apoyo al sector hortofrutícola moderno son las marcas de calidad, que se han convertido en un aspecto básico y esencial para que los operadores hortofrutícolas puedan seguir liderando las ventas en los mercados exteriores.

La globalización cada vez mayor de los mercados internacionales, con la presencia de frutas y hortalizas procedentes de terceros países en el mercado de la Unión Europea, hace necesario establecer políticas de diferenciación de producto. En este sentido, las herramientas utilizadas por la UE son las Denominaciones de Origen, las Indicaciones Geográficas Protegidas y la Especialidad Tradicional Garantizada.

Además de estas figuras de calidad, en comunidades autónomas como es el caso de Murcia, a través de su Consejería de Agricultura y Agua, se ha creado la marca de garantía "Calidad Agroalimentaria?Control Región de Murcia", que permitiría diferenciar aquellos productos que no tengan acceso a las figuras de calidad establecidas por la Unión Europea.

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