INTRODUCCIÓN

La exportación de las clementinas a los Estados Unidos de Norteamérica no es un hecho reciente, tiene una historia de varios lustros. En su devenir se distinguen claramente dos épocas, cuya separación hay que localizarla en el mes de Diciembre de 1987, cuando ocurre el "affaire" del buque Caimán, consistente en el rehúso de la mitad de las partidas de clementinas que transportaban en las bodegas de este barco, por contener trazas de plaguicidas no autorizados en los EE UU, aunque admitidos en las legislaciones española y comunitaria.

Adicionalmente, los exportadores implicados pasaron al sistema de detección automática de la Food and Drug Administración (FDA) con los consiguientes inconvenientes y costos que ello suponía.

La problemática para el sector exportador español de cítricos que se derivaba de la aplicación de las leyes americanas era de tal envergadura, que marcó el desarrollo posterior del comercio de clementinas con aquel país, escribiéndose su historia de un modo completamente distinto a la época anterior al hecho relatado.

Tras esfuerzos aislados de la Administración española en las campañas 1988/89 y 1989/90, se estableció un Programa de colaboración con la FDA para la exportación de clementinas a los EE UU, merced a los contactos realizados a través de la Oficina Comercial en Washington, que echó a andar en la campaña siguiente, y continua en la actualidad, minorando notablemente el riesgo del exportador en un mercado muy lejano y sin otra alternativa para este producto perecedero que el de Canadá.

La adscripción al programa es voluntaria para los exportadores de clementinas, pudiéndose efectuar envíos a los EE UU fuera de su cauce.

Sin embargo, desde su establecimiento todos los exportadores han operado dentro del mismo salvo escasas excepciones, lo que evidencia el interés que ha suscitado en el sector citrícola.

La Administración celebra con el sector exportador de cítricos dos reuniones al año, en primavera y en otoño, para el seguimiento de la aplicación del programa (productos de tratamiento, comprobación de fichas de campo, determinación de los exportadores apuntados al programa, etc.) y para la adaptación y/o mejora del mismo.

El desarrollo de este programa plantea bastantes dificultades pues exige de la parte española un esfuerzo integral, en tanto en cuanto requiere que desde la fase de cultivo hasta la de expedición se extremen los cuidados, así:

 

1. Exige al agricultor la delimitación exacta de las parcelas que va a cultivar con destino a la exportación a los EE UU y que sólo use en ellas los plaguicidas que se le indiquen para cada tratamiento concreto.

 

2. El exportador deberá registrar en fichas los tratamientos contra plagas efectuados en los campos que haya apuntado al programa y las presentará a la Administración española.

 

3. El exportador velará para que no haya ninguna contaminación ni en el campo ni en el almacén de confección p.ej.: procedente de campos vecinos, envases de campo, ceras, lavados, líneas de confección, papeles, envases de expedición, etc.. .

 

4. Además, este operador deberá agrupar los envases para su envío a los EE UU en lotes de dimensiones predeterminadas (o la cantidad equivalente a cinco contenedores, o cien palets como máximo en el caso de carga en bodega?) por las inspecciones de calidad y los análisis de residuos de plaguicidas.

 

5. Finalmente, la Administración española dispondrá los medios necesarios para que se efectúen estos controles.

 

Indicar finalmente que la FDA no ha considerado necesario incluir a las naranjas y los limones en el Programa de Colaboración. Sobre la exportación de clementinas a los EE UU gravitan unas exigencias adicionales de tipo fitosanitario no incluidas en el Programa de Colaboración, cuya verificación corresponde al Departamento de Agricultura de los EE UU (USDA). Nos referimos a los controles de plagas y al tratamiento de cuarentena contra la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), realizado por el Servicio de Inspección de Salud Animal y Vegetal ( Animal and Plant Health Inspección Servicie) APHIS.

 

A. EXPORTACIONES A LOS ESTADOS UNIDOS

Balance de las exportaciones de cítricos a los EE UU

Las exportaciones de cítricos españoles a los EE UU van dirigidas principalmente al mercado del noroeste de este país, que es el de mayor concentración demográfica y poder adquisitivo de toda la Unión, aunque actualmente se venden en todos los Estados, salvo en los que producen cítricos.

En las Tablas 1 y 2 se recoge el movimiento exportador de cítricos españoles a los EE UU.

La observación del material informativo citado permite concluir lo siguiente:

 

a) Durante el período considerado las exportaciones españolas de cítricos se han basado en los envíos de clementinas y limones, siendo menores y más discontinuas las de naranjas, excepto en las campañas 1990/91 y 1997/98 en que se expidió una cantidad anormalmente elevada, igual que va a ocurrir en la presente campaña.

b) Tras la crisis experimentada por los envíos de clementinas a raíz del "caso Caimán", la entrada en vigor del Programa de Colaboración ha supuesto una paulatina recuperación de la exportación de estos frutos. Sin alcanzar todavía los niveles de cuando se cerró la exportación a causa de la Ceratitis, este año nos acercamos a las 70.000 toneladas de mandarinas.

c) A la par de esta recuperación se ha ido consolidando la posición preeminente de las clementinas frente a los otros frutos cítricos, particularmente los limones, con los que hasta el final de la década pasada compartían los primeros puestos de nuestra exportación.

d) Un factor determinante ha sido la elevación del índice de madurez a 7, 5 que ha supuesto la llegada a USA de clementina más dulce y sin manchas de cámara.

 

Análisis de residuos de plaguicidas

En España

Los Ministerios de Industria, Turismo y Comercio y de Agricultura, Pesca y Alimentación son los departamentos de la Administración española involucrados en el Programa de Colaboración con la FDA.

Para la puesta en práctica de este programa se ha establecido una coordinación de actuaciones entre el SOIVRE, el Servicio de Sanidad Vegetal, y la Consellería de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Generalitat Valenciana. El Laboratorio Agrario y los del SOIVRE constituyen la red analítica del programa encargada de realizar los controles de residuos de plaguicidas.

Con relación a la problemática de los rehúsos de clementinas, en España cabe decir lo siguiente:

 

a) Se ha producido una notable disminución en la proporción de rehusos registrados en el transcurso de los años de vigencia del programa debido, principalmente, a la progresiva concienciación de las empresas incluidas en él sobre la necesidad de controlar la mercancía con destino a los EE UU.

b) Es de resaltar también el hecho de que al principio de cada campaña se haya realizado la mayor parte de los rehúsos por residuos, disminuyendo éstos a lo largo de ella. Se debe a que el intervalo de tiempo transcurrido entre los tratamientos en campo y la toma de muestras es menor al principio de campaña (septiembre-octubre), por lo que la degradación de los plaguicidas es también menor.

 

En los Estados Unidos

La FDA realiza en las fronteras la toma de muestras de aquellas partidas de clementinas españolas que quieren analizar, llevándose también a cabo inspecciones en los puntos de venta.

En el transcurso de los primeros años de vigencia del programa de colaboración, como resultado de estos controles se rehusaron unas pocas partidas a algunos exportadores, que por tanto, pasaron a la situación de detención automática.

Por el contrario, en las últimas campañas no ha habido ningún rehúso por parte del FDA.

La detención automática supone que para poder inspeccionar el FDA es preceptivo la presentación de un boletín de análisis, expedido por un laboratorio homologado, en cada uno de los cinco siguientes envíos, que indique que el lote no contiene el plaguicida motivo de rehúso.

 

La calidad de los frutos

En primer lugar, teniendo en cuenta el tiempo tan grande que transcurre desde la recolección y la venta al público y que durante este periodo se le somete a tratamiento de cuarentena por frío, es indispensable que la fruta tenga una excelente condición, disminuyéndose así al máximo el riesgo de aparición de pudriciones, manchados, etc.

Las demandas de calidad del consumidor estadounidense son:

 

- Índice de madurez >7, 5

- Tamaños grandes correspondientes a los calibres 1, 2 y 3 teniendo poca aceptación el 4.

- Buen aspecto externo, con un color rojo intenso y práctica ausencia de defectos de piel.

- Sabor agridulce equilibrado y característico de la variedad, siendo muy perjudiciales los envíos de fruta ácida al principio de campaña con sabor a cámara o insípida al final.

- Ausencia de semilla, que es un cualidad muy apreciada en la fruta española, frente a las tangerinas americanas que tienen semillas.

 

Por lo que respecta a la presentación las clementinas se envasan en cajas de madera de 10 kg y 2,3 kg., teniendo cada día más aceptación este último, sin embargo no hay demanda de mallas porque en ese mercado es sinónimo de calidad deficiente, de mercancía barata. El consumidor prefiere elegir la fruta que compra por unidades o a peso.

 

Recomendaciones para el control de calidad

Se aplicara el Reglamento (CE) Nº 1799/2001 de la Comisión por la que se establecen las normas de comercialización de cítricos, prestando especial atención a:

 

- Condición frutos (sin síntomas desverdización)

- Heridas sin cicatrizar

- Madurez interna ? IM ? 7, 5

- Coloración piel

- Marcado calibre ? Código y nº de frutos

- Calibrado

- Acondicionamiento adecuado

- Marcado variedad:

- Clementinas

- Nombre híbrido (no clementinas)

 

La comercialización

Las exportaciones se realizan prácticamente en su totalidad por barco, bien sea en contenedores o en la bodega del mismo, estando la mercancía paletizada. En alguna ocasión se han efectuado envíos de pequeñas cantidades por avión.

 

Los puertos de salida son:

- Puerto de Castellón, Gandia y Sagunto, para la carga en bodegas, principalmente.

- Los puertos de Valencia y Algeciras para la carga en contenedores.

 

Los puertos de recepción fundamentalmente son:

- Port Elizabeth ? New York, para los contenedores.

- Holt y Tioga - Philadelphia, para la fruta en bodega.

 

Progresivamente ha cobrado más importancia la carga en bodegas, hasta el punto que hace varias campañas representa un (80 %).

 

Perspectivas

Hay factores objetivos que predisponen a pensar en un crecimiento de las exportaciones de clementinas a los Estados Unidos en el próximo futuro, a pesar del cierre de frontera producido durante la campaña 2001/02, a saber:

 

- La buena aceptación que año tras año están teniendo las clementinas españolas.

- La ampliación del espectro social de la demanda, que se ha ido acentuando año tras año.

- Concienciación del sector exportador sobre el interés del mercado estadounidense para nuestros frutos, como un complemento a los mercados tradicionales, que se está reflejando no sólo en las cantidades enviadas, sino, también en la elevación del nivel general de calidad de la mercancía en el menor índice de rehúsos por residuos de plaguicidas.

- Prácticamente el único país en la actualidad que exporta clementinas a EE UU es España, puesto que Marruecos ha terminado especializándose en el mercado canadiense, que es un mercado potencial y estratégicamente interesante para España, aunque actualmente no merece la atención prioritaria de nuestro comercio. Sin embargo se ha aprovechado de la crisis española de la campaña cerrada, a causa de la Ceratitis capitata, para incrementar su presencia en USA.

 

B. EXPORTACIONES DE LIMONES Y NARANJAS A JAPÓN

Para situarnos con respecto al comercio de frutos cítricos en fresco en Japón, en las Tablas 3, 4, 5 y 6 se muestran las importaciones y los principales países suministradores. En ellos se aprecia que el mercado está dominado por los EEUU con más del 90% de los envíos.

A causa de la mosca del Mediterráneo (Ceratitis Capitata) estaban prohibidas las importaciones de cítricos españoles en Japón.

La importación de limones se autorizó el 29 de Noviembre de 1988, para frutos sometidos a tratamiento de cuarentena contra la mosca en origen, y el 25 de Noviembre de 1993 cuando lo experimentaban en tránsito.

Posteriormente, en Septiembre de 1996 se autorizó la importación de naranjas Navels y Valencias, con tratamiento de cuarentena bien en origen oen tránsito, y el 30 de Enero de 2004 para Clementinas y Salustianas.

La exportación de limones ha tenido hasta el momento poco desarrollo debido a varias causas:

 

a) La desconfianza del sector exportador en que los limones llegaron a Japón en las condiciones de calidad requeridas por ese mercado, debido a la extrema sensibilidad de estos frutos a las bajas temperaturas. Tratamiento de cuarentena, 16 días a menos de 2ºC, y 30 días en tránsito.

b) La época de mejores precios en Japón coincide con la comercialización del limón Verna (menor calidad que el Primofiori); y

c) El elevado coste del transporte, que más que duplica a los de los Estados Unidos.

 

Las primeras naranjas españolas llegaron a Japón a primeros de enero de 1997, la expedición consto de 9 contenedores de Navelinas que no presentaron problemas de calidad.

A pesar de las dudas que había sobre los efectos negativos que el tratamiento de cuarentena y el largo viaje a Japón podían tener sobre la calidad de las naranjas, especialmente del grupo Navel, estas han llegado al mercado en perfectas condiciones, habiendo sido del gusto de los importadores a pesar de ser un mercado muy exigente y que está acostumbrado a frutos de distintas características a los nuestros como por ejemplo formas más redondeadas, sabor menos agridulce, etc.

Por lo tanto, la calidad podemos afirmar no es un obstáculo para conquistar este mercado, siempre que se tengan los cuidados debidos, a saber:

 

- La recolección sea cuidadosa (sin humedades, alicatados, etc.);

- Los frutos no estén sobremaduros (Im de 8 a 10);

- La selección sea rigurosa (prácticamente sin defectos, sin rugosidades de piel) frutos con color típico, sin tonos verdes;

- La condición sea excelente, y

- La presentación y el envasado sean adecuados (fruta no apretada, envases resistentes, etc. ).

 

Sin embargo no se han podido obtener precios en el mercado japonés que compensen nuestros elevados costes de transporte, que junto a los de confección, casi duplican a los de nuestros competidores los norteamericanos, los cuales realizan los envíos no sólo en contenedores, sino también en bodegas, lo que les supone reducir costes, y para quienes la industria absorbe a mejores precios que España la fruta defectuosa, lo que les permite realizar una excelente selección para las exportaciones al mercado nipón.

En consecuencia, siendo la calidad de nuestros frutos superiores a la de los americanos, los precios obtenidos no compensan ni el alto riesgo asumido (de tipo técnico y comercial) ni los costes superiores, y sólo se esta exportando cuando USA deja de suministrar, como son los años que sufren heladas.

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