La aplicación de nitrógeno durante la fase de cultivo tiene efectos sobre algunos de los parámetros de calidad habitualmente analizados en diferentes cultivos, como los cereales, patata, frutas y hortalizas. La acumulación de nitratos en hortalizas de hoja es un parámetro limitado por la UE y directamente relacionado con la nutrición nitrogenada de estos cultivos. La reducción de la acumulación de nitratos en los suelos agrarios con el uso de fertilizantes con inhibidores de la nitrificación es una posibilidad para reducir la acumulación de nitratos en los cultivos. La gestión del nitrógeno en cereales también tiene un efecto clave en la calidad harinera y de fabricación de pasta de los trigos y en la calidad cervecera de la cebada. De todas formas aún existe una falta de información importante entre la relación de la nutrición nitrogenada y otros aspectos nutricionales de los cultivos, como su contenido en aminoácidos, vitaminas,?.

 

INTRODUCCIÓN

Junto con el agua, la aplicación de fertilizantes nitrogenados a los cultivos es posiblemente el factor más decisivo en la producción y calidad de gran parte de las plantas cultivadas. Esto ha originado que, desde la utilización masiva de fertilizantes a los cultivos allá en los años 50, se haya aplicado este nutriente sin criterios medio ambientales o de calidad del producto cosechado. En las últimas décadas son muchos los estudios que han evaluado los efectos sobre el medio ambiente y sobre la calidad final de los productos agrarios de una aplicación excesiva de nitrógeno. El lavado de nitratos hacia las aguas superficiales y subterráneas, y la emisión de diferentes óxidos de nitrógeno a la atmósfera son los principales efectos negativos contra el medio ambiente que origina la aplicación de nitrógeno en la agricultura. El incremento de la concentración de nitratos en las aguas, cuando estas son destinadas a consumo humano, contribuyen a incrementar sustancialmente la ingesta de nitratos de la dieta originando una serie de problemas de salud que se expondrán en el próximo apartado. Referente a la calidad de los productos cosechados, posiblemente el factor más estudiado, pero no el único como se verá en los próximos apartados, ha sido la acumulación de nitratos en cultivos de hoja, sobretodo lechuga y espinaca. También ha habido una intensa investigación en evaluar los efectos de la aplicación de nitrógeno en la calidad harinera de trigo y en la calidad cervecera de cebada.

Analizados algunos los efectos que puede tener la aportación de fertilizantes con nitrógeno a los cultivos, sobre el medio ambiente, sobre la producción y sobre la calidad de las productos cosechados, es clave en una agricultura moderna y sostenible prestar mucha atención a la correcta aplicación de este nutriente. Elegir la dosis y momento de aplicación idóneos, así como el tipo de fertilizante con nitrógeno, son factores fundamentales para la obtención de óptimas cosechas, tanto desde un punto de vista cuantitativo como cualitativo, y para minimizar las pérdidas de nitrógeno hacia el medio ambiente.

El objetivo del presente artículo es realizar una revisión de los principales parámetros de calidad de los productos cosechados que pueden verse influenciados por la fertilización nitrogenada de los cultivos.

 

Parámetros de calidad de productos agrarios en postcosecha afectados por la nutrición nitrogenada

Acumulación de nitratos en hojas, tubérculos y frutos

La reducción de la concentración de nitratos (NO3-) en productos vegetales esun factor que está adquiriendo una creciente importancia como parámetro de calidadpara productores, redes de distribución nacionales e internacionales y paralos consumidores finales.

El nitrato es un ión que por si mismo no es dañino para la salud humana, su peligrosidad reside en su transformación química en nitrito (BRUNING-FANN et al.,1993). Esta molécula puede reaccionar con las aminas en el medio ácido del estómago originando nitrosaminas, las cuales son agentes cancerígenos, que pueden provocar metahemoglobinemia en lactantes y otros problemas fisiológicos (LEE, 1970; FARRÉ y OLIVER, 1982; FORMAN et al., 1988; FRASER, 1985; HARTMAN, 1983). Se necesita una dosis alta de nitratos/nitritos para producir intoxicaciones agudas en animales o seres humanos adultos, en niños y sobretodo en lactantes bastan cantidades mínimas para desencadenar trastornos graves. En adultos se ha establecido una ingesta diaria admisible, IDA, no superior a 3,7 mg de nitrato por kilo de peso (para una persona de 70 Kg el máximo admisible sería de 259 mg/día). La ingesta total de nitratos a traves de los alimentos oscila normalmente entre 50 y 150 mg/persona/día, mientras que las dietas vegetarianas presentan un valor más elevado, del orden de 200 mg/persona/día, variando en función del tipo de verduras que consuman (OCU, 2003). Habitualmente los productos vegetales constituyen la fuente más importante de nitratos en la dieta, aportando más del 80% de la ingesta diaria (OCU, 2003).

Dentro de estos, las hortalizas son el origen principal de nitratos, especialmente la lechuga y las espinacas por ser acumuladoras de este ión. La Unión Europea ha reglamentado el límite máximo de nitratos que pueden contener estas hortalizas (reglamento CE nº 563/2002 de 2 de abril de 2002) según su momento de comercialización, dado que la acumulación de nitratos es muy dependiente de la actividad fotosintética y ésta oscila ampliamente en función de las distintas estaciones climáticas. Además de los vegetales los nitratos y nitritos se encuentran en alimentos cárnicos transformados, por utilizarse sus sales sódicas y potásicas como conservantes y aditivos.

Otra fuente significativa de nitratos es el agua potable, especialmente aquella que procede de pozos. En las zonas de bajo contenido de nitratos en las aguas (menos de 10 mg/l) se estima que el agua aporta un 14% del nitrato de la dieta (Revista CONSUMER, 2001), sin embargo en las zonas de elevada contaminación el agua es una fuente muy importante de nitratos. El límite máximo de contenido de estos en agua potable está fijado por la Unión Europea en 50 mg/l, sin embargo se fija en 25 mg/l como valor máximo aceptable, e incluso la Organización Mundial de la Salud establece como recomendable no sobrepasar los 15 mg/l (OCU, 2003). El origen de los nitratos en el agua subterránea y superficial puede ser natural, pero en mayor medida su presencia se debe a la realización de inadecuadas prácticas agrarias, ganaderas o industriales. Debido a que su procedencia está ligada a actividades muy específicas la distribución de las áreas de contaminación de aguas subterráneas es muy heterogénea.

La acumulación de nitratos en patata se ha relacionado últimamente con la acumulación de ciertos aminoácidos en la patata, como la asparagina, que es uno de los precursores de la formación de la acrilamida durante la fritura de las patatas. La presencia de acrilamida en determinados alimentos sometidos a altas temperaturas de cocción, como la fritura de las patatas, es desde hace un tiempo una preocupación de los expertos en seguridad alimentaria. Altos niveles de acrilamida en alimentos ricos en carbohidratos se han asociado con un elevado riesgo de cáncer. Existe una relación entre altas dosis de fertilización nitrogenada y el aumento de concentraciones de aminoácidos, como la asparagina, en los tubérculos (SILVA y SIMON, 2005). Por tanto, un primer paso para reducir el contenido de asparagina y la posterior formación de acrilamida es controlar la fertilización nitrogenada y evitar la acumulación de nitratos en el tubérculo. Además de la asparagina, también se relaciona la formación de acrilamida con la presencia en los tubérculos de azúcares reducidos (glucosa, fructosa,?.), cuyo contenido es variable en función de las variedades (AMREIN et al., 2003).

 

Nuevas técnicas en fertilización que reducen la acumulación de nitratos en productos vegetales

La acumulación de nitratos en la planta depende de múltiples factores edafoclimáticos y fitotécnicos, siendo la fertilización nitrogenada uno de los más influyentes.

En este campo los esfuerzos se han dirigido fundamentalmente al ajuste de las necesidades del cultivo con los aportes fertilizantes, tanto en cantidad como en distribución durante su desarrollo, con el fin de evitar la excesiva absorción de nitrato por parte de la planta. Este objetivo se ha abordado desde diferentes perspectivas, tales como la fertirrigación, la utilización de fertilizantes de liberación lenta o con inhibidores de la nitrificación.

Dentro de las nuevas técnicas de fertilización los inhibidores de la nitrificación (I.N) constituyen un importante avance tecnológico, al permitir un control efectivo del proceso de transformación en el suelo del amonio en nitrato (Figura 1).

Los inhibidores de la nitrificación son compuestos que, añadidos junto con los fertilizantes retrasan la oxidación bacteriana del NH4+ a NO2- (primer paso de la nitrificación) e imposibilitan su final transformación en nitrato, NO3- (TRENKEL, 1997; PRASAD y POWER, 1995). Esta acción inhibitoria permite que en el suelo estén presentes simultáneamente concentraciones significativas de amonio y nitrato disponibles para la planta. A efectos prácticos el uso de los I.N. es la metodología más sencilla para obtener una nutrición mixta amonio / nitrato de los cultivos.

En la actualidad el inhibidor de la nitrificación más difundido es el 3,4-dimetilpirazol fosfato (DMPP). Químicamente es un derivado del pirazol, que debido a los sustituyentes específicos que posee, hacen que este compuesto presente propiedades químico-biológicas más eficientes que sus predecesores, el DCD o la nitrapirina. Se trata de una molécula que actúa a muy bajas concentraciones (lo que reduce el coste de su uso) con una alta eficiencia y persistencia en el suelo. Además este inhibidor es inocuo para el resto de microorganismos presentes en el suelo.

En el Gráfico 1 se puede observar el efecto de la aplicación de inhibidores de la nitrificación sobre la disminución de la acumulación de nitratos en espinaca en ensayos realizados por la Universidad Pública de Navarra (IRIGOYEN et al., 2006). Este estudio concluye que en condiciones mediterráneas el DCD puede reducir la acumulación de nitratos entre el 18 y el 61%, mientras que el DMPP entre 33 y 84%, sin modificar otros parámetros de calidad de la espinaca y sin reducción del rendimiento.

 

Contenido de proteínas en cereales

La calidad de los cereales destinados a la producción de harina para la fabricación de pan y sus derivados (trigo blando), para la fabricación de cerveza (cebada) y para la fabricación de pastas alimenticias (trigo duro) están muy influenciados por la aportación de nitrógeno que han sufrido durante el cultivo. Influye de manera importante la dosis de nitrógeno aplicada, así como el fraccionamiento y momentos de aplicación de los fertilizantes nitrogenados. Tanto en el caso del trigo blando para fabricación de harina como el trigo duro para la fabricación de pasta, uno de los parámetros de calidad más estudiados e importantes es el contenido de proteína en el grano, que está totalmente relacionado con la fertilización nitrogenada. Cuanto mayor sea el contenido en proteína mejor es la aptitud para fabricación de harina y de pasta del trigo, por tanto, se podría pensar que a mayor aportación de nitrógeno mayor contenido en proteína (AMES et al., 2003).

Esta afirmación, en principio es correcta, pero en la realidad hay que llegar a un equilibrio entre rendimiento económico (producción, valor del grano con alto contenido proteico y coste de fertilización) e impacto medio ambiental, por lo que hay que ajustar la dosis de manera que se obtenga la máxima producción, el máximo contenido en proteína, disminuyendo al máximo las pérdidas de nitrógeno del sistema suelo-planta. En este sentido se apunta como interesante realizar una aplicación tardía de nitrógeno (después de la aparición de la hoja bandera) con el único objetivo de aumentar el contenido en proteína. Esta aplicación tardía no tiene prácticamente efectos sobre la producción final, pero si lo puede tener sobre el contenido en proteína (AMES et al., 2003; ORTUZAR et al., 2004), siempre y cuando haya lluvia o riego que permita a la planta utilizar este nitrógeno.

En el caso de la cebada cervecera, uno de los parámetros de calidad importantes es también el contenido en proteína, pero en este caso este contenido no debe sobrepasar un límite para que la cebada tenga una calidad idónea en las malterías. Los productores de cerveza a partir de malta de cebada presentan su preocupación por el exceso de proteína de la cebada, ya que los agricultores aplican nitrógeno para incrementar el rendimiento (LAUER y PARTRIDGE, 1990), pero a la vez incrementa el contenido en proteína y disminuye la calidad maltera de la cebada (LÁZZARI et al., 2005).

 

Nutrición nitrogenada y sus efectos sobre la conservación de frutos

Una nutrición nitrogenada equilibrada es esencial para tener frutos con una adecuada capacidad de conservación. Los excesos en nitrógeno durante el cultivo de los árboles frutales (habituales en las principales zonas frutícolas españolas) provocan mayores crecimientos de masa foliar en detrimento de la calidad de la fruta. Teniendo en cuenta que cada vez es más habitual la conservación de ciertas frutas durante un largo período de tiempo para poder suministrarlas al mercado durante casi todo el año, es clave en la fruticultura hacer una gestión idónea de los aportes de nitrógeno. Excede los objetivos de este artículo, pero no solamente el nitrógeno hay que gestionar correctamente, ya que también otros nutrientes que afectan a la calidad final del fruto, y las relaciones de sinergismo y antagonismo entre nutrientes.

Un exceso de fertilización nitrogenada, que normalmente se traduce en un exceso de nitrógeno en la fruta recolectada, va a dar a ésta una serie de características que la harán poco apta para conservación, a parte que puede afectar a otros parámetros intrínsecos de calidad, como la coloración, calidad organoléptica, tamaño, contenidos en vitaminas y aminoácidos,?. La relación que puede tener el nitrógeno con el calcio es uno de los aspectos más esenciales, sobretodo en fisiopatías relacionadas con la deficiencia de este nutrientes como el bitter pit (depresión amarga) en manazano o el blossom end rot (podredumbre apical) en tomate y pimiento.

 

Otros parámetros: oxalatos y vitaminas

Los oxalatos (sales o ésteres del ácido oxálico, HOOC-COOH) son componente habitual de numerosos alimentos, especialmente aquellos de procedencia vegetal.

Productos vegetales de alto consumo habitual tienen un contenido elevado de oxalatos, como por ejemplo judías, pimientos, algunas variedades de patata, tomate, remolacha, cebolla o zanahoria. Especialmente ricos en este componente son las espinacas, acelgas o puerros (Universidad de Pittsburg, 2006).

Numerosa bibliografía científica indica la relación existente entre la ingesta elevada de oxalatos y la formación de cálculos renales (Universidad de Pittsburg, 2006; GLAXO-SMITHKLINE, 2006; HALL, 2002; PALANISWAMY y cols, 2002), así como con una inadecuada absorción del calcio (AHMED y JOHNSON, 2000). El bajo consumo de oxalato es especialmente importante en pacientes con problemas intestinales como el síndrome de Bowel (SBS), por tener una elevada tendencia a la formación de cálculos renales (Universidad de Michigan, 2006). De forma global se estima que los cálculos renales asociados al oxalato cálcico representan entre el 75 y el 90% del total (GLAXO-SMITHKLINE, 2006; HALL, 2002). A modo de ejemplo indicar que en Estados Unidos más de un 12% de la población esta afectada por esta patología clínica (GLAXO-SMITHKLINE, 2006). Dentro de las normas de prevención de esta enfermedad tiene un lugar destacado el seguimiento de una dieta baja en oxalatos (GLAXO-SMITHKLINE, 2006; Universidad de Pittsburg, 2006; HALL, 2002). La ingestión elevada de oxalatos también se asocia con la aparición de niveles bajos de hierro y calcio en el plasma sanguíneo, pudiendose producir hiposideremia e hipocalcemia (PALANISWAMY y cols, 2002).

En el ámbito de la nutrición animal la elevada concentración de oxalatos en pastos vegetales es perjudicial debido a su capacidad para precipitar con el calcio, pudiendo producir hipocalcemias en los animales que lo han consumido en exceso (RAMOS y cols, 1998).

Como ya se comentó con anterioridad cuando el nitrógeno es absorbido por la planta como NO3- este debe ser reducido en las raíces y tallos antes de ser incorporado a las estructuras moleculares orgánicas. En el proceso bioquímico de reducción del nitrato se produce una importante producción de grupos OH- que han de ser compensados por el "tampón bioquímico" de la célula para mantener constante el pH, por lo que se producen y acumulan ácidos orgánicos, como por ejemplo el ácido oxálico, tanto en hojas como en tallos (PALANISWAMY y cols, 2002; RAVEN y SMITH, 1976). El ácido oxálico (HOOC-COOH) es el ácido más "económico de producir" dado que por cada átomo de carbono neutraliza un grupo OH-, es importante esta eficiencia dado que más del 10% del carbono fijado en la fotosíntesis puede verse involucrado en este sistema de "tampón bioquímico" (RAVEN y SMITH, 1976). Como mecanismo de acumulación Libert y Franceschi (1987) proponen que el nitrato inhibe la acción de la enzima ácido oxalico oxidasa, evitando la metabolización del ácido oxálico.

De lo comentado anteriormente se puede concluir que el tipo de nutrición nitrogenada del cultivo puede tener una influencia importante en la acumulación o no de oxalatos en los vegetales. Palaniswamy (2002) detecto en ensayos realizados con Portulaca (Portulaca oleracea L.) que el oxalato se reducía en un 40% (en tallo y hojas) cuando en vez de una nutrición nítrica se aportaba una nutrición con un 75% de amonio y un 25% de nitrato. Ahmed y Johnson (2000) en ensayos con espinaca neocelandesa (Tetragonia tetragonoides) redujeron en un 39% el contenido de oxalato en la hoja al aportar una nutrición nitrogenada de un 50% amonio / 50% nitrato, comparándolo con una nutrición únicamente nítrica, no produciéndose una merma de rendimiento significativa. En un ensayo hidropónico efectuado por Zhang y cols (2005) con espinaca la aplicación del nitrógeno en forma de amonio y nitrato en proporción 50%-50% incremento la biomasa producida de forma estadísticamente significativa (un 7%) y disminuyó el contenido de oxalato total en un 51%, resultado también estadísticamente significativo, en ambos casos se compara con la nutrición puramente nítrica.

La fertilización nitrogenada además interviene en otras rutas metabólicas relacionadas con el contenido de compuestos de interés nutricional. Numerosas referencias bibliográficas han aportado datos sobre el efecto de distintas dosis de fertilizantes nitrogenados sobre los contenidos de vitaminas en productos vegetales, especialmente en lo que al ácido ascórbico se refiere. La especial atención prestada a esta vitamina se debe a que es el principal antioxidante soluble presente en las plantas y a su carácter esencial para humanos y animales. En la bibliografía consultada el incremento de los aportes nitrogenados está relacionado con un descenso del contenido de vitamina C, entre otros en patata, cítricos, tomate y espinaca. Por el contrario el aumento del aporte de fertilizantes nitrogenados parece incrementar los contenidos de carotenos y vitamina B. En ensayos realizados por Bakú y Gawish (1997) en espinaca y lechuga compararon la fertilización nítrica convencional con programas de fertilización 100% amoniacal y 50% nitrica - 50% amonical, ambos con la incorporación del inhibidor de la nitrificación nitrapirina. Los resultados obtenidos mostraron que el uso conjunto de la fertilización amoniacal con el inhibidor de la nitrificación reduce la acumulación de nitratos en ambos vegetales, además produce una disminución del oxalato total y del libre, junto con cierto incremento del contenido de la vitamina C (ac. ascórbico). Este resultado se explica debido a que una de las rutas posibles de formación del oxalato es la ruptura del enlace C2 / C3 del ácido ascórbico, esto explica el porqué cuando se acumula el oxalato se puede reducir el contenido de ácido ascórbico (LIBERT y FRANCESCHI, 1987). En ese mismo ensayo se estudiaron las concentraciones en hoja de la vitamina A, B1, B2 y niacina, en las dos primeras los resultados no mostraron una tendencia concluyente, mientras que la B2 y la niacina mostraron ciertos incrementos al aportar una nutrición mixta amonio / nitrato (BAKR y GAWISH, 1997).

Por tanto en numerosos cultivos hortícolas el exceso de nitrógeno aportado (especialmente como NO3-) produce un incremento de los nitratos en el producto final, junto con un posible descenso del ácido ascórbico. Esta molécula es un conocido inhibidor de la formación de compuestos carcinogénicos N-nitrosos procedentes del nitrito, por lo que una nutrición nitrogenada inadecuada puede tener un doble efecto negativo al incrementar una sustancia perjudial (el nitrato) y disminuir otra que protege contra sus efectos negativos, el ac.ascórbico.

La investigación sobre el efecto de la nutrición vegetal sobre la composición nutritiva no es demasiado numerosa, y si concretamos más aún en lo referente al nitrógeno y a las formas aportadas vemos que existe una carencia profunda de información, que sin embargo a tenor de lo visto anteriormente puede ser muy interesante para aportar mayor valor nutricional a los productos vegetales.

 

BIBLIOGRAFÍA

AHMED A. JOHNSON K. 2000. Growing Australian native edible plants using hydroponic techniques. En: XXV International Horticultural Congress (Part 1). LHW Sonnevels, C and MNJ Vermoyrn (eds). Culture Techniques with special emphasis on environmentla applications and nutrient management. Acta Horticulturae, 511, 225-229.

AMES N.P., CLARKE J.M., DEXTER J.E., WOODS S.M., SELLES F., MARCHYLO B. 2003. Effects of nitrogen fertilizer on protein quantity and gluten strength parameters in durum wheat (Triticum turgidum L. var. durum) cultivars of variable gluten strength. Cereal Chemistry 80(2): 203-211

AMREIN T.M., BACHEAN S., NOTI A., BIEDERMAN M., BARBOSA M.F., BIEDERMAN-BREM S., GROB K., KEISER A., REALINI P., ESCHER F., AMADO R. 2003. Potential of acrylamide formation, sugars and free asparagine in potatoes: a comparison of cultivars and farmin systems. J. Agric. Food. Chem. 27, 5556-5560

BACKR, A. Y GAWISH, R. 1997. Trials to reduce nitrate and oxalate content in some leafy vegetables. 2. Interactive effects of the manipulating of the soils Nutrient Supply, different blanching media and preservation methods followed by cooking process. Journal of the Science of Food and Agriculture, Nº73 (2). 169-178.

BARKER A.V., MILLS H.A. 1980. Ammonium and nitrate nutrition of horticultural crops. Hort. Rev. 2, 395-423.

BRUNING-FANN C., KANEENE F. 1993. The effects of nitrate, nitrite and N-nitroso compounds on human health: a review. Vet Human Toxicology 35, 521-538.

CONSUMER, Revista 2001. http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/adulto_y_vejez/2001/10/22/37256.php

FARRÉ I., OLIVER B. 1982. Brote de metahemoglobinemia en una comunidad de lactantes por exceso de nitratos en el agua. Arch. Ped. 1/85, 85-95.

FORMAN D. et al. 1988. Nitrate exposure and carcinogenic process. Annn N. Y. Acad. Sci.,534, 597-603.

FRASER P. 1985. Nitrates: Epidemiological evidence. IARC Sci. Publ. Vol. 65, 183-194.

GLAXO ? SMITHKLINE, 2006. Servicio de Información sobre el consumo de calcio.

HALL P, 2002. Preventing kidney stones: calcium restriction not warranted. Cleveland clinic journal of medicine. Vol 69. Nº11.

HARTMAN P. 1983. Putative mutagens and carcinogens in foods: nitrates/nitrites ingestion and gastric cancer mortality. Envir. Mutag. Review, 5, 111-121.

IRIGOYEN N., LAMSFUS C., APARICIO-TEJO P., MURO J. 2006. The influence of 3,4-dimethylpyrazole phosphate and dicyandiamide on reducing nitrate accumulation in spinach Ander Mediterranean conditions. Journal of Agricultural Science 144: 555-562

LAUER J.G., PARTRIDGE, J.R. 1990. Planting date and nitrogen rate effects on spring malting barley. Agronomy Journal 82: 1083-1088

LÁZZARI M. A., LANDRISCINI M.R., ESTABAN M. 2005. Patrones de absorción de nitrógeno nativo y del fertilizante en cebada cervecera con fertilizaciones cercanas a la siembra. Ciencia del Suelo 23, nº1, 69-77

LEE D.H. 1970. Nitrites and metahemoglobinemia. Environ. Res., 3, 484-511.

LIBERT, B., AND V.R. FRANCESCHI. 1987. Oxalate in cross plant. J. Agric. Food Chem. 35:926-938.

OCU-Salud 49, 12-16. Agosto-septiembre 2003

ORTUZAR M.A., ESTAVILLO J.M., ALONSO A., CASTELLÓN A., AIZPURUA A. 2004. Efecto de la dosis y el fraccionamiento de la fertilización nitrogenada sobre proteína y trigo blando. Utilidad del N-Tester como indicador del estado nutricional. Tierras 108: 68-73

PALANISWAMY, U; BIBLE, B; MCAVOY, R. 2002. Effect of nitrate:ammonium nitrogen ratio on oxalate levels of purslane. En: Trends in new crops and new uses. J.Janick y Whipkey A. (eds). ASHS Press, Alexandria. 453-455.

PRASAD R., POWER J.F., 1995. Nitrification inhibitors for agriculture, health, and the environment. Advances in Agronomy 54, 233-281.

RAVEN, J.A. Y SMITH F.A. 1976. Nitrogen assimilation and transport in vascular land plants inrelation to intracellular pH regulation. New Phytology Nº76. 415.431.

SILVA E.M., SIMON P.W. 2005. Genetic, physiological and environmental factors affecting acrylamide concentration in fried potato products. Adv. Exp. Med. Biol. 561, 371-386

TIANXIU H., CHENGHUI H., HARDTHER R. 1994. Effect of K and Mg fertilizars applied to cabbage on yield quality and economic. Potash Review (2): 1994, Basel, Wwitzerland.

TRENKEL, M.E. 1997. Improving fertilizer use efficiency: Controlled-release and stabilized fertilizers in agriculture. International Fertilizer Industry association. Paris.

UNIVERSIDAD DE PITTSBURG, 2006. Dietas bajas en oxalato. Hojas de Información para pacientes.

Comprar Revista Phytoma 189 - MAYO 2007