La evolución y desarrollo tecnológico de nuestros tiempos va conformando una sociedad cada vez más dinámica, donde los cambios en los sistemas de aprovechamiento de recursos, organización de la sociedad, sistemas de comunicación, así como la interacción entre diferentes culturas y mercados genera los cambios más rápidos y extraordinarios de la Historia de la Humanidad.

El mercado

La estructura social, que desde el Neolítico estuvo asentada en la familia como célula madre constructora del entrelazado social, ha sido mutada, transformada, estirada y mutilada. La estructura tradicional se ha desgajado en hogares monoparentales o individuales. Jóvenes solteros, divorciados, homosexuales, matrimonios a distancia y amores cibernéticos son el caldo de cultivo de esta revolución social que nos trae un nuevo, moderno e intrigante modelo de consumidor diferente al de épocas pasadas.

En esta sociedad cambiante y en ebullición, este mare mágnum sociológico afecta incluso a los individuos que nacieron previos al mismo, la mejoras en sanidad y calidad de vida y los incrementos en los rendimientos del trabajo permiten disfrutar de largos años de vida a una población de edad avanzada sin ser una carga para los individuos más jóvenes de la comunidad sino que además se constituyen en un grupo de elevado poder adquisitivo y demandante de buena calidad y productos tradicionales.

Impactando drásticamente en este escenario, emerge con fuerza destrozando los estereotipos al uso, la nueva mujer del milenio. Alejada de fuegos tribales o pucheros tradicionales, la mujer salta a la arena del mercado laboral modificando radicalmente la misma base del perfil de consumidor.

Finalmente el tiempo, el eterno tirano, el precio que esta brillante sociedad del bienestar paga. El impuesto que el dios Cronos grava en todos y cada uno de nosotros como prenda por nuestra calidad de vida. En nuestra civilización occidental cada miembro adulto productivo dedica un mínimo de 40 horas semanales a generar los recursos precisos para su subsistencia, y en la mayoría de los casos, en el total de mis amigos y conocidos, mucho más que esto.

Marvin Harris, el genial antropólogo de la Universidad de Berkeley afirma en su afamado libro "Caníbales y Reyes", que hace 1 millón de años, cuando el hombre subsistía como cazador recolector en un mundo nuevo y repleto de recursos naturales dedicaba una media de 3 horas al día en generar los recursos precisos para su subsistencia, esto es un total de 21 horas semanales, si bien trabajaba los domingos y no disponía de seguridad social ni de permisos de bajas por maternidad.

Este conjunto de transformaciones sociales generan un nuevo perfil de consumidor de alimentación, éste se asexualiza, se hace impersonal, se mecaniza y se lanza en una caótica busca de la satisfacción. El nuevo consumidor demanda productos saludables que mejoren y alarguen su calidad de vida, productos cómodos que no precisen tiempo de elaboración ya que sus rutinas productivas no requieren su involucración directa en la obtención de alimentos. El nuevo consumidor requiere además productos tradicionales que en su subconsciente identifica con lo bueno, lo duradero, lo permanente, es el cabo desesperado que le ata a un pasado idealizado, limpio, hermoso y relajado.

Un último leitmotiv de este nuevo consumidor es la búsqueda de sensaciones, de experiencias, de placer, es un consumidor hedonista que paga un duro peaje a esta sociedad moderna y tecnológica y exige una contrapartida en forma de estímulos y sensaciones.

 

El producto

Con objeto de satisfacer la demanda de este nuevo consumidor exigente han aparecido un grupo de productos en el mercado englobados bajo el nombre de IV Gama. Vegetales frescos, lavados, mínimamente procesados y listos para consumir.

Los productos de IV Gama inciden en el mismo epicentro de las nuevas tendencias del consumo: Salud, tradición, comodidad, sensaciones...

Los productos de IV Gama son frescos, coloridos, hermosos, vivos y llevan en su interior todas y cada una de las propiedades que otros productos luchan por obtener a base de publicidad, estrategias de marketing, o prefabricando híbridos mutantes con extractos de soja. Los productos de IV Gama son fibra, vitaminas, oligoelementos, antioxidantes, llevan SALUD, son saludables; son la esencia pura y básica de los alimentos naturales; las hortalizas, las lechugas, la fruta. Y vienen aderezados sólo y exclusivamente por un ingrediente, la SEGURIDAD ALIMENTARIA, los controles precisos, matemáticamente elaborados según los más altos estándares de calidad para el control del producto, desde el proceso de la recolección hasta el envasado final y distribución; mejorando, superando, progresando. Es la agricultura tradicional sometida al más riguroso y metódico control de calidad, lo bueno dos veces bueno.

Las ensaladas son uno de los platos tradicionales por excelencia de la cocina mediterránea y están arraigadas en las dietas de todo el mundo. La IV Gama ofrece esta gama de productos tradicionales engalanados en vistosos envases con atmósferas específicas, garantizando la preservación del producto fresco y con todas sus cualidades nutricionales. Tradición pura embolsada y lista para el consumo.

Rapidez y comodidad podrían ser los sobrenombres de la IV Gama, que se define como vegetales mínimamente procesados listos para el consumo. Las mezclas con productos vegetales nuevos o menos empleados habitualmente en los hogares garantizan una fuente de sorpresas y satisfacciones a los paladares de los consumidores.

Estos productos inciden uno tras otro en los ejes del éxito que marcan las tendencias del mercado, lo que explica los crecimientos de más del 25% que empresas como Verdifresh han experimentado de forma anual en sus últimos ejercicios dentro del canal distribución, también se aprecia este extraordinario éxito en el mercado horeca que ha crecido hasta un 16% el pasado año.

 

El futuro

Para conocer el futuro de la IV Gama como de cualquier otro producto bien podríamos acudir a Delfos a consultar el oráculo o simplemente analizar el comportamiento del mismo de acuerdo a la leyes del mercado.

El mercado para la IV Gama es joven, en plena ebullición y con crecimientos anuales de dos dígitos. En concreto en España se consume alrededor de 1 kg. de producto por hogar y año mientras que en UK superan los 3 kg., lo que nos indica por si sólo el terrible potencial de crecimiento que tiene en España.

Sin embargo las primeras fases de madurez se empiezan a observar, los principales "players" del mercado español ya están consolidados y se han constituido en torno a AFHORLA para garantizar unas reglas de juego y unos estándares de calidad que impidan en este mercado joven la intromisión de competidores desleales que incumpliendo normativas y preceptos de Calidad revienten el mercado generando algún tipo de crisis alimentaria.

Con los principales productores (Vega Mayor, Verdifresh, Kernel Export, Primaflor, Sogesol, Tallo Verde, etc.) ya consolidados se avanzará hacia un mercado maduro y competitivo donde sólo sobrevivirán los más fuertes. La ley darwiniana del mercado, la ley de la libre competencia favorecerá a aquellos productores que sean capaces de adaptarse a las preferencias del consumidor, según su percepción. Triunfarán aquellos que se posicionen en la mente del mayor colectivo posible como un producto calidad, fresco, sabroso, cómodo, saludable, etc. para lo cual los productores competirán para encontrar aquellas características diferenciadoras que le den algún tipo de ventaja competitiva frente al resto.

En cualquier mercado competitivo, suficientemente fragmentado, aquel productor que quiera mantener una posición de liderazgo debe de ofrecer la máxima calidad. Una calidad sin fisuras, integral, derivada del meticuloso control estadístico de procesos desde el cultivo al punto de distribución. Pero el futuro líder debe de ir más allá, cumplir con los estándares de calidad le permitirá ser uno más, estar en el furgón de cola. El líder debe de recorrer el camino ya superado por otras compañías o sectores; el camino de Toyota, el pequeño y despreciado productor de automóviles japonés que por medio de la mejora continua, el kaizen, y la búsqueda de la excelencia se ha convertido en el indiscutible número 1 del mercado Norteamericano. O el ejemplo de Wal- Mart el gigante americano originario de Arkansas que impulsado por el genio perfeccionista de Sam Walton se ha convertido en el mayor gigante de la distribución mundial.

La búsqueda de la satisfacción del cliente a través de la Excelencia se apoya en la mejora continua de procesos productivos pero también en la Innovación incansable aplicada a todos los campos posibles. Cultivos, especialidades vegetales, control de procesos, tecnologías productivas o productos, envases, formas, colores, todo tipo de genio creativo aplicado a hacer que el producto sea más atractivo para el cliente final.

Por otro lado, independiente de la estrategia o plan de Marketing de cada empresa, a pesar de cualquier política de posicionamiento que desde el top management de cualquier compañía se quiera dar, acabaremos ineludiblemente en el precio. Triunfarán aquellos productores que sean capaces de dar el precio más competitivo del mercado.

¿Cuál es el límite del crecimiento? ¿...y porque habría de haberlo? Actualmente la IV Gama supone el 5% del consumo de las frutas y hortalizas, es decir una pequeñísima porción de la tarta de consumidores. Y es que a pesar de todo lo que podamos escribir, decir y pensar acerca de la IV Gama lo cierto es que No Existe, al menos no en la mente del consumidor, vamos a comprar carne, detergente, pescado, frutas o verduras, no vamos a comprar esta o aquella tecnología de procesado.

Y esta es la clave y el objetivo final de los productores de vegetales frescos mínimamente procesados y listos para el consumo, ofrecer un producto con la máxima calidad, las máximas garantías de seguridad alimentaria, a un precio tan competitivo que nadie compre vegetales sin procesar como nadie compra el pollo sin desplumar.

Tom Sherman, profesor de Human Management de la Harvard Business School y del INSEAD de Fontainebleou, lo plasmaba del siguiente modo: "SKY IS THE LIMIT FOR ANY WINNING TEAM READY FOR REACHING THE EXCELLENCE"

Comprar Revista Phytoma 189 - MAYO 2007