Tiene sus orígenes en un grupo empresarial de carácter familiar, con la característica de estar muy diversificado. Y la profesionalidad con la que han trabajado durante estos años ha hecho que el mercado reconozca las aportaciones de Daymsa en la valoración de los ácidos húmicos y la nutrición vegetal. En los años noventa el crecimiento de Daymsa se basó en el desarrollo de productos, aportando al mercado su capacidad de formulación de productos y de fabricación industrial de alta calidad. Durante la última etapa, Daymsa ha apostado por una mejora en la eficiencia de sus procesos y habilidades lo que les ha permitido ser muy competitivos en el mercado. Todo ello ha posibilitado que la empresa esté presente en 19 países del área mediterránea y Latinoamérica.

Con una formación académica de Ingeniería Industrial y Ciencias Empresariales, D. Juan Pardos ha estado en toda su trayectoria profesional ligado al sector agrícola. El inicio profesional fue en 1987, como Director del Departamento de Informática y Comunicaciones durante cuatro años en la empresa Geplasmetal. Una empresa filial de un grupo multinacional en el sector de componentes para remolques y maquinaria agrícola e industrial.

En 1991 forma parte de la Dirección de la misma empresa entrando en su Consejo de Administración como Consejero Delegado y Director Administrativo-Financiero. Desde el año 2000, D. Juan Pardos está en el Comité de Dirección de Daymsa.

 

En el año 1979 la sociedad Desarrollo Agrícola y Minero, S.A. (DAYMSA) inicia su andadura profesional, ¿cómo ha evolucionado la empresa a lo largo de estos años?

Siempre con profesionalidad, respeto y agradecimiento a sus colaboradores.

Daymsa pertenece a un gran Grupo Empresarial de carácter familiar y muy diversificado en el que todos nos sentimos orgullosos. Los inicios de Daymsa fueron emocionantes ya que se trataba de transformar un mineral, la leonardita, extraído de nuestra propia mina, para fabricar ácidos húmicos útiles para agricultura.

En la práctica era, y sigue siendo, un yacimiento de leonardita único en España.

En aquellos años no existía tecnología española para la fabricación de ácidos y enmiendas húmicas, pero resultó un reto exitoso. Se inició una etapa de penetración en el mercado.

Hoy todo el mundo reconoce la aportación de Daymsa en la valorización de los ácidos húmicos y la nutrición vegetal.

En los años noventa el crecimiento de Daymsa se basó en el desarrollo de productos. Aportamos al mercado nuestra capacidad de formulación de productos y de fabricación industrial de alta calidad. Ya en el siglo XXI apostamos por una mejora en la eficiencia de nuestros procesos y habilidades que nos permite ser competitivos. De esta forma, junto con nuestro gran activo que es la imagen de seriedad y calidad que representa Daymsa, hemos conseguido estar presentes en 19 países en el área mediterránea y Latinoamérica.

 

¿Cuál es la característica principal de DAYMSA, como empresa?

Su concepción. Concebimos a Daymsa como un sistema centrado en el proceso de acumulación de conocimientos.

Y los aplicamos a todas nuestras actividades y procesos. La innovación surge como resultado de la gestión del conocimiento y es condición necesaria en una estrategia de orientación al cliente.

 

¿Cuáles son las líneas de productos de la empresa?

Daymsa nació para la fabricación de ácidos húmicos a partir de la leonardita que se extraía de las minas situadas en la provincia de Teruel. Sin embargo, Daymsa ha sido desde su origen pionera en la investigación y desarrollo de nuevos productos para la nutrición vegetal moderna, y durante los últimos 28 años el catálogo se ha ampliado hasta los más de 100 productos que tiene en la actualidad. Así, en estos momentos no sólo nos centramos en la fabricación y comercialización de fertilizantes especiales como ácidos húmicos, enmiendas orgánicas, aminoácidos, bioestimulantes, fosfitos y correctores de carencias nutricionales sino también en productos dirigidos específicamente para la protección de los cultivos.

 

¿A qué cultivos van dirigidos?

Entre los diversos cultivos a los que van dirigidos nuestros productos podemos citar hortícolas, tanto de invernadero como al aire libre, frutales, cítricos y olivar. En este sentido, debemos indicar que en la actualidad Daymsa exporta aproximadamente el 40% de su producción a países tanto de Europa como del arco mediterráneo, Oriente Medio y Latinoamérica por lo que a los cultivos tradicionales anteriormente citados estamos añadiendo otros nuevos, típicos de estas zonas de expansión como por ejemplo piña, café, banano, flor, mango, caña de azúcar, etc.

 

Dentro del sector de fabricantes de productos de nutrición vegetal, ¿cómo ve la evolución del mercado y las expectativas de futuro?

El sector agrícola en España no alcanza el 4% del PIB y da trabajo a menos del 5% de la población activa. El valor de la producción agrícola deflactada no crece. Esta es la realidad del entorno en el que nos movemos.

Hace unos años el productor agrícola estaba centrado en reducir sus costes e incrementar su rendimiento por hectárea. En esa labor contribuimos los fabricantes de nutrición vegetal.

Pero todo tiene un límite. Hoy el sector está más orientado al mercado.

El sector de nutrición vegetal también se ve influenciado por los avatares del sector de fitosanitarios, la aplicación de las directivas comunitarias y el grado de incertidumbre sobre un buen número de moléculas. Compañías tradicionalmente centradas en protección de cultivos están ampliando su cartera en nutrición.

El número de empresas de nutrición vegetal que se presentan como fabricantes es muy elevado y su perfil es el de una empresa de tamaño reducido.

La realidad es que la cantidad de empresas que fabrican más del 50% de su portafolio de productos no llega ni al 20% del total de empresas, el resto no están sujetas a la responsabilidad de mantener una unidad productiva.

Podemos sacar como conclusión, que estamos en España en un sector maduro pero también profesional y exigente.

Que su desarrollo está inexorablemente marcado por la capacidad de innovación que tengamos sus actores.

Y que una buena parte de las empresas del sector no alcanza una masa crítica de actividad que les permita dedicar recursos suficientes a la investigación.

El futuro, que empieza cada día, es por tanto competitivo y retador. Están surgiendo productos cada vez más sofisticados y respetuosos con el medio ambiente que dan respuesta a las necesidades específicas de cada productor.

Este es el futuro.

 

En los actuales planes de expansión internacional de DAYMSA, ¿cuáles son sus objetivos y en qué países se está desarrollando?

En Daymsa le damos la máxima importancia al concepto de estabilidad.

Una forma de reducir la volatilidad y la estacionalidad que supone el mercado nacional es desarrollar otros mercados.

La expansión internacional está siendo habitual en nuestro sector.

Una muestra es la afluencia que en los últimos años han tenido las iniciativas de misiones comerciales tanto directas como inversas y la presencia de compañías del sector en ferias internacionales.

Daymsa ha centrado su expansión en el área mediterránea y en Latinoamérica.

El desarrollo en cada país puede ser diferente pero hay un objetivo común: conseguir una presencia estable.

Incluso lo priorizamos sobre el nivel de actividad.

 

¿Qué forma de expansión internacional aplica Daymsa?

La relación con cada país es diferente.

Evitamos el mero comercio exterior con clientes interesados en comprar, buscamos colaboradores. En algún país trabajamos por medio de representantes.

En la mayoría de países con uno o varios distribuidores a los que respetamos una zona geográfica, siempre apostando por la marca Daymsa.

En el último año hemos afianzado un poco más nuestro proceso de expansión internacional con inversión directa en tres países. Hemos constituido tres empresas filiales: Daymsa de los Andes S.A. Agriandes con sede en Ambato, Ecuador; Agriandes Daymsa S.A. con sede en Bogotá, Colombia y Daymsa do Brasil con sede en el estado de Sao Paulo, Brasil.

Tanto en Ecuador como en Colombia participamos en las filiales con un socio local del que nos sentimos orgullosos. Es un potente grupo empresarial, grupo Cuesta, con el que compartimos una visión similar de los negocios.

En Brasil, la empresa la hemos iniciado en solitario y contamos con un equipo de diez personas que son nuestra garantía de éxito.

 

¿Cuál ha sido la mayor dificultad de Daymsa en sus inversiones internacionales?

Para tomar la decisión de una inversión directa en el extranjero es necesario tener un producto que ofrecer, que exista un mercado que lo demande y recursos financieros para desarrollarlo.

Con todo esto cuenta Daymsa, pero no es suficiente. La mayor dificultad es encontrar e ilusionar a las personas más adecuadas en cada país. Esta es la mayor barrera de entrada y estamos convencidos de que lo hemos conseguido.

 

¿Dan por concluido su proceso de internacionalización?

En absoluto. El mundo es muy grande. Es posible, y yo diría que deseable, que los hijos de Daymsa sean mayores que la madre. El límite y el tiempo de este proceso de expansión lo marcará la capacidad de recursos humanos de Daymsa.

Además, tenemos la suerte de pertenecer a un grupo empresarial muy diversificado y emprendedor. Nos gusta ver a nuestras filiales como plataformas de desarrollo del grupo.

 

¿Con qué estrategia afronta Daymsa el futuro?

La visión de Daymsa es que al mercado no le tenemos que ofrecer productos sino soluciones agronómicas rentables para el productor. Para conseguir esto Daymsa va a centrar su estrategia en tres pilares: la colaboración con terceros, la formación de nuestro personal y la orientación a cada cliente.

En definitiva, se sigue tratando de la gestión del conocimiento.

Comprar Revista Phytoma 191 - AGOSTO/SEPTIEMBRE 2007