Sección: Opinión
Abstract: Una rebanada de pan empapada con aceite de oliva recién salido de la prensa es un plato exquisito, donde lo excelente no está basado en la escasez de las materias primas con las que está confeccionado, ni en la aparatosidad de su fabricación, sino en la sensibilidad gustativa del que lo disfruta. Eso es lo que ahora, mi amigo Luis el Cabrero y yo estamos comiendo, pero al pan y aceite hemos añadido unas hebras de bacalao seco y unos gajos de naranja, complementos que solían utilizar antiguamente los trabajadores de los molinos de aceite cuando desayunaban, y por lo cual esta comida es conocida como desayuno molinero. Comprar Revista Phytoma 245 - ENERO 2013