Un incremento del 11% de la productividad media de los cultivos, una reducción del desperdicio de frutas de hasta un 32% en algunos cultivos, 6.660 profesionales formados en buenas prácticas agrícolas y creación de márgenes multifuncionales para potenciar la presencia de polinizadores en 25.267 hectáreas. Syngenta ha presentado los resultados provisionales de su ambicioso proyecto The Good Growth Plan tras cuatro años en funcionamiento.

 

Con la premisa de trasladar a la sociedad que se puede alimentar a una población creciente de forma sana y segura y con explotaciones agrícolas sostenibles, que utilicen menos recursos y sean más eficientes, Syngenta lanzó hace cuatro años The Good Growth Plan, un ambicioso proyecto con una serie compromisos que debían cumplirse en los siguientes seis años: cultivos más eficientes, más tierras cultivables, mejora de la biodiversidad, reducción del desperdicio alimentario, apoyo a los pequeños productores o formación continua de los agricultores.

En estos cuatro años, la empresa ha conseguido que más de 1.400 explotaciones de 41 países colaboren como fincas de referencia en este proyecto. De los seis compromisos globales para 2020, España y Portugal se han centrado en la implementación de cuatro: aumento de productividad de los principales cultivos en la península, extensión de la biodiversidad, buenas prácticas agrícolas y formación en uso seguro y sostenibilidad. “En el desarrollo e implementación de todo ello es clave la participación de colaboradores externos, desde los propios agricultores con explotaciones que nos sirvan como referencia a la hora de medir el progreso de las acciones, a la indispensable incorporación al plan de nuestra red de distribuidores, asociaciones agrarias, ONGs o empresas privadas agroalimentarias”, destaca Francisco García-Verde, responsable de sostenibilidad en Syngenta en España. Por ejemplo, participan grandes productores de tomate como Apis; cooperativas como Cereales Teruel, proveedora de la multinacional Hero; bodegas como Abadía Retuerta; cooperativas hortofrutícolas (Surinver); grandes empresas internacionales hortícolas (Grupo G´s); empresas de servicios locales como la extremeña Rafael Barjola S.L., así como organizaciones clave como Asaja Sevilla o la Asociación Española de Agricultura de Conservación.

España es uno de los países de referencia de este proyecto gracias a los buenos resultados cosechados en los primeros cuatro años de aplicación del plan, en los que los pequeños agricultores involucrados en él han conseguido mejorar la productividad media de sus cultivos un 11%.

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