La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha ha declarado plaga la avispilla del almendro (Eurytoma amygdali Enderlein), siguiendo los pasos de la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, que lo hicieron el año pasado. Este himenóptero se detectó por primera vez en 2010 y ya se ha extendido por comarcas de Albacete, Cuenca, Valencia, Alicante y Murcia.

La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural publicó la declaración en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el pasado 28 de febrero, indicando las medidas fitosanitarias obligatorias para combatir la plaga, que ya afecta a un centenar de municipios de Albacete y Cuenca, la mayoría de las comarcas que conforman La Manchuela.

Los propietarios de las plantaciones de almendros afectados deberán realizar los tratamientos fitosanitarios adecuados en los momentos en los que la plaga sea más vulnerable y con los productos autorizados. Las almendras deberán destruirse mediante quema antes de la emergencia de las nuevas avispillas. Estos frutos afectados en ningún caso se podrán utilizar para alimento del ganado, combustible de estufas u otros usos.

Además, los agricultores deben extremar las medidas de limpieza en la maquinaria de recolección, los equipos de transporte y almacenaje, evitando que queden restos de almendras que pudieran ser un foco de dispersión de la plaga.

Los almacenes receptores de almendra también tienen que establecer condiciones de almacenamiento y conservación adecuadas para evitar la contaminación de las partidas almacenadas, extremando la limpieza de todos los equipos implicados en el proceso productivo (tolvas de recepción, equipo de descortezado, partidora, seleccionadora, etc.) y, en caso de partidas infectadas, procediendo a su destrucción.

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