En este artículo se presentan los resultados más destacados de un estudio de tres años llevado a cabo en Barcelona, en el que se demuestra la eficacia de control de los enemigos naturales de la mosca blanca del naranjo, Aleurothrixus floccosus, que pone de manifiesto la importancia del control biológico por conservación en espacios verdes. El parasitoide Cales noacki, establecido ya en el sistema estudiado, fue capaz de reducir y mantener las poblaciones de mosca blanca a partir de tasas de parasitismo superiores al 60%.

El naranjo amargo (Citrus aurantium) es una especie ornamental común en los espacios verdes del área mediterránea. En la ciudad de Barcelona existen unos tres mil ejemplares distribuidos principalmente en las calles del barrio de Sant Andreu. En esas calles los niveles de ataque de mosca blanca eran muy importantes y el control químico que se llevaba a cabo no daba el resultado esperado. Debido a eso, las quejas de los ciudadanos eran constantes, tanto por el aspecto de los árboles como por la melaza que caía de ellos. Anteriormente a 2014, los insecticidas aplicados fueron piriproxifen (2010 y 2011) y azadiractina y jabón potásico (2012 y 2013).
En 2014 se firmó un convenio entre el Institut Municipal de Parcs i Jardins del Ayuntamiento de Barcelona y la Universidad de Lleida para desarrollar un estudio de mejora del control de la mosca blanca del naranjo mediante control biológico. Los objetivos perseguidos fueron los siguientes: 1) identificar las especies de mosca blanca que afectaban los naranjos en Barcelona; 2) identificar sus enemigos naturales (depredadores y parasitoides) autóctonos o ya establecidos de forma natural; 3) determinar la dinámica poblacional de mosca blanca y de sus enemigos naturales; y 4) evaluar la capacidad potencial de los enemigos naturales para contener el desarrollo de la plaga.

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