Fields4ever, una iniciativa dirigida a la conservación y monitoreo de la salud del suelo, ha conseguido impulsar en su primera fase ochenta proyectos de investigación en 25 países de cuatro continentes, en los que se están analizando cerca de 6000 muestras de suelo. Detrás está Biome Makers, empresa fundada por Adrián Ferrero y Alberto Acedo en 2015 especializada en la identificación y comprensión del microbioma del suelo a través de tecnologías de ADN y computación, que ha puesto a disposición de los investigadores su tecnología BeCrop.

La tecnología BeCrop integra la secuenciación del ADN y las tecnologías de computación inteligente para descifrar uno de los biomarcadores más complejos, el microbioma del suelo. Las aplicaciones del análisis funcional del suelo son múltiples: desde tomar decisiones para mejorar las cosechas o reducir el riesgo de enfermedades a probar el efecto de los insumos y monitorización de las prácticas agrícolas, “Con tecnología genómica, podemos digitalizar la comunidad de microroganismos y, mediante computación, ser capaces de utilizar este bioindicador para saber qué es lo que necesita el suelo y los productos que más benefician a su fertilidad natural”, explica Adrián Ferrero, confundador y CEO de Biome Makers, que está ubicada en Sacramento (California, Estados Unidos), pero cuenta con otro laboratorio en Valladolid.

Entre los temas que se están investigando en fields4ever, destacan las diferencias de cosechas en suelos de similares condiciones, la monitorización del impacto del uso de productos biológicos en el suelo, el análisis del riesgo de enfermedades con una gestión más respetuosa del suelo, la diferenciación del suelo entre regiones y el impulso de la bioactividad del suelo, entre otros.

Los proyectos en marcha están desarrollando investigaciones aplicadas a más de una docena de cultivos diferentes, como soja, cereales, cultivos hortícolas, olivo, café y vid. Están relacionados con la funcionalidad y la bioactividad del suelo, tanto en sistemas de cultivo tradicionales como orgánicos. Algunos buscan identificar parámetros que permitan optimizar el uso de determinados insumos, especialmente en determinados tipos de cultivos que necesitan una fertilización muy ajustada o requieren un alto coste de fertilización. Además, se están desarrollando pruebas relacionadas con la salud del suelo en agricultura urbana o el impacto y efectividad de los productos microbiológicos (inoculaciones bacterianas) en la biodiversidad de la microbioma.

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