El desarrollo del cultivo del pimiento en los invernaderos de la Región de Murcia se produce al amparo del Trasvase Tajo-Segura y de la especialización de los agricultores del Campo de Cartagena en el cultivo de pimiento, siendo muy marcada en los años ochenta del pasado siglo. La ampliación de la superficie y la intensificación del cultivo supusieron que proliferaran las plagas y las enfermedades, requiriendo de frecuentes intervenciones con fitosanitarios. La vocación exportadora y la orientación de las producciones a esos canales comerciales encontraron en la competencia con otras regiones y países productores obstáculos sobre el uso de los fitosanitarios. La llegada de Frankliniella occidentalis y del virus del bronceado del tomate (TSWV) fue el principal desencadenante de la puesta a punto de estrategias para el control de las plagas mediante enemigos naturales. La demanda surgió del propio sector productor y, el desarrollo, de la tenacidad de los jóvenes técnicos que asesoraban a los agricultores, apoyados en los avances de la investigación.
En este Encuentro Internacional que Phytoma España organiza sobre el control biológico de plagas en el cultivo de pimiento en invernadero, al cumplirse 25 años en que se publicó el primer artículo sobre el empleo de enemigos naturales autóctonos para el control de Frankliniella occidentalis, se me invita a un ejercicio de memoria sobre lo que guardo en mis recuerdos y la percepción que tuve en aquellos momentos acerca de las causas que motivaron el desarrollo de estrategias de control biológico. Será preciso que advierta de la subjetividad que pueda emanar en la exposición. Anticipar, también, que el logro de los objetivos que se planteaban responde a la suma de férreas voluntades de muchas personas, que, en su empeño, antepusieron el futuro de nuevas generaciones de buenos agricultores.

Era la primera mitad de la década de los años setenta del siglo XX cuando se construían los primeros invernaderos en el sur de la provincia de Alicante y en el Campo de Cartagena en la provincia de Murcia. Pronto la ocupación de la superficie cubierta se orientó al cultivo del pimiento. Los agricultores de esta zona eran cultivadores de pimiento para pimentón, con un alto grado de especialización, por lo que no les resultó dificultoso el adaptar las técnicas culturales del aire libre a los espacios protegidos.
Los inciertos inicios, marcados por la escasez y la deficiente calidad del agua, se vieron aliviados con la llegada del agua del Trasvase Tajo-Segura en 1980. A partir de ese momento el aumento de la superficie del cultivo en la Región de Murcia no se hizo esperar y se pasó de 553 ha en 1978 a 1.571 ha en 1988 (Estadísticas Agrarias Región de Murcia), correspondiendo la mayor parte a invernaderos.
Las plagas y las enfermedades en los primeros invernaderos (Rico, 1983) no diferían mucho de las que los agricultores encontraban en los cultivos de pimiento para pimentón, aunque con diferente intensidad. Los virus transmitidos por pulgones (CMV y PVY) limitaban el inicio de las plantaciones a mediados de noviembre, cuando descendían los vuelos de los pulgones transmisores; la incidencia de Botrytis y Sclerotinia se acentuaba; la oidiopsis era endémica y las epidemias se extendían durante más tiempo en los invernaderos; los pulgones se establecían tempranamente y la araña roja encontraba en los abrigados cultivos un lugar para multiplicarse sin adversarios desde mediada la primavera; algunas orugas defoliadoras, como Spodoptera exigua, los gusanos grises y sobre todo los gusanos de alambre modificaron su ciclo anual en los ambientes protegidos por los plásticos.

Compra Revista Phytoma 327 - Marzo 2021