El hallazgo de un péptido con efecto bactericida que además potencia el sistema inmune de las plantas ha generado grandes expectativas en la lucha contra el HLB. El IVIA busca material resistente a esta enfermedad hasta ahora incurable en su colección de patrones híbridos de cítricos.

Investigadores de la Universidad de California descubrieron el año pasado la primera sustancia capaz de controlar el HLB, un péptido antimicrobiano tolerante a la enfermedad. Esta molécula natural se encuentra en la variedad Citrus australasica. “Un péptido es una cadena de aminoácidos con propiedades antibacterianas y antifúngicas que pertenece al sistema inmune de las plantas. Tiene dos formas de actuar: una directa, matando la bacteria, y otra indirecta, activando el sistema de defensa de la planta”, explicó María Ángeles Forner, responsable del Programa de Mejora de Patrones del IVIA. Ya hay registrados cerca de tres mil péptidos antimicrobianos, que normalmente son muy específicos y ofrecen la ventaja de ser biodegradables.

Una vez identificado el péptido, éste se inyectó en plantas infectadas para comprobar su efecto bactericida: a los pocos meses, los síntomas desaparecían y las plantas se recuperaban. También se comprobó que podía proteger los árboles sanos de la infección activando sus defensas: “actuaba como vacuna porque inducía el sistema inmunitario de la planta”, resume la investigadora del centro de Citricultura y Producción Vegetal del IVIA.

Por otro lado, en paralelo a esta investigación, en noviembre, la empresa biotecnológica norteamericana Elemental Enzymes obtuvo la patente de una solución de péptidos naturales que consigue activar el sistema defensivo y recuperar plantas afectadas por el greening, que prevé comercializar en 2022.

Tras este importante descubrimiento científico, el centro de investigación valenciano trabaja para identificar la presencia de péptidos antimicrobianos, secuenciarlos y cuantificar su acción bactericida, en todo el material vegetal que conserva: poblaciones de híbridos, Microcitrus, colección de patrones y especies del banco de germoplasma. “Hasta ahora, se ha identificado que la de Microcitrus tiene mucha capacidad antimicrobiana, pero probablemente nosotros tengamos SAMPS (péptidos antimicrobianos estables, por sus siglas en inglés) que puedan tener mayor capacidad”, confía Forner. El objetivo es disponer de nuevas poblaciones de patrones con potencial resistencia a la bacteria Candidatus liberibacter.

Compra Revista Phytoma 328 - Abril 2021