Desde IBMA España queremos destacar el claro papel que van a jugar las herramientas de bioprotección (biocontrol) para llegar a los objetivos generales de la estrategia De la Granja a la Mesa, que establece objetivos concretos a alcanzar, en los próximos diez años, entre los que se encuentran la reducción en un 50% del uso y riesgo de fitosanitarios químicos y la necesidad de conseguir al menos que un 25% de las tierras agrícolas europeas se cultiven bajo el sistema productivo de agricultura ecológica y un 10% de áreas de biodiversidad en nuestras tierras agrícolas.


El papel que va a jugar esta industria queda claramente reflejado en los datos que se extrapolan de una encuesta realizada de forma completamente confidencial e independiente, que refleja datos de “grandes jugadores de la bioprotección” en el año 2018:

- El mercado Europeo de biocontrol alcanzó 1.015 millones de euros en sus cuatro categorías principales de productos (macroorganismos, microorganismos, sustancias naturales y semioquímicos), representando con ello aproximadamente un 6% de lo que supone el mercado fitosanitario.
- Existe claramente una tendencia creciente entre 2016 y 2018, para cada una de las categorías principales de productos, mostrando un tremendo crecimiento durante los últimos tres años. Las ventas entre 2016 y 2018 en el 38% de los encuestados (submuestra analizada en mayor profundidad) muestran que el sector de los agentes de control biológico invertebrados aumentó en un 50%, mientras que el sector de microorganismos y semioquímicos casi supuso el doble, y casi un triple el sector de las sustancias naturales.
- Las PYMES siguen siendo predominantes en esta industria.
La revisión de la directiva de uso sostenible (SUD) nos brinda la oportunidad de que realmente podamos convertir la GIP (Gestión Integrada de Plagas) en un deber, y la bioprotección en el eje pivotal de dicha gestion Integrada: solo es posible racionalizar el uso de fitosanitarios químicos tradicionales si los combinamos con la bioprotección; solo es posible mantener y restaurar la biodiversidad si la promocionamos mediante el uso de elementos vivos, o mediante elementos que disminuyan el riesgo de medrarla.
Lo siguiente al marco de la Directiva de Uso Sostenible será la redacción de un buen Plan de Acción Nacional, donde se fomente la bioprotección y se alente a los agricultores (mediante, por ejemplo, Planes Estratégicos Nacionales ligados con la PAC) a una mayor adopción de estas herramientas y de cualquier estrategia que fomente y preserve la biodiversidad, sin que ello signifique pérdida de control de plagas y enfermedades, o de rendimiento.

Compra Revista Phytoma 329 - Mayo 2021