En España, el cultivo del pistachero ronda las 50.000 ha actualmente, habiéndose duplicado su superficie en los últimos tres años. Alrededor del 75% se sitúa en la región de Castilla-La Mancha, donde más del 40% se cultivan bajo el esquema de producción ecológica. Desde la primera década de este siglo, el cultivo comenzó a expandirse en el centro-sur peninsular, gracias a su carácter rústico y al impulso de la investigación y divulgación ejercida por el Centro Agrario “El Chaparrillo” (Ciudad Real) hace más de treinta años. El crecimiento en el área cultivada y los ejemplos existentes en otros países tradicionalmente productores (Estados Unidos, Irán o Turquía) hacen pensar que plagas como las chinches constituirán una problemática que irá agravándose en los próximos años. Este artículo se centra en dos aspectos; en primer lugar, una estimación de los daños que están actualmente produciendo las chinches del pistacho a nivel nacional y, en segundo lugar, una revisión bibliográfica con el objetivo de sistematizar los métodos empleados para el control de esta plaga bajo un manejo ecológico.


Pese a que hoy en día las plagas del pistachero no representan una problemática grave es previsible que, debido al aumento en la superficie cultivada y a los crecientes intercambios comerciales de planta y frutos, en los próximos años aparezcan más problemas fitosanitarios ligados a ciertas especies hasta ahora no consideradas como plagas del pistachero en España.
Bajo la denominación ‘chinches’ se engloban varias familias de insectos chupadores del orden Hemiptera, suborden Heteroptera, que se caracterizan por sus alas y piezas bucales. Las alas anteriores o hemiélitros constan de una región endurecida (coria) y otra membranosa (membrana). Las piezas bucales son alargadas y se conforman en la parte succionadora o rostro (llamado también estilete o pico).

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