En las últimas décadas la introducción de nuevas plagas y enfermedades ha comprometido al sector productor del tomate, que ha sabido adaptar las prácticas culturales y las nuevas estrategias fitosanitarias para sobrellevarlas. La reciente introducción del virus rugoso del tomate (ToBRFV) y del virus del manchado del fruto del tomate (ToBFV) complica más la situación, tanto por sí mismos como por el efecto sinérgico de las infecciones múltiples con virus ya instaurados como el PepMV, TYLCV, TSWV o ToCV. Estas coinfecciones, junto con las situaciones de estrés por altas temperaturas, parecen acentuar los daños de estas virosis y mermar la respuesta de las variedades con resistencia. Se muestran algunos de los resultados obtenidos por el equipo de Protección de Cultivos del IMIDA en ensayos con el virus del rugoso y recomendaciones para su control.
La Región de Murcia es una de las principales productoras de tomate de consumo en fresco a nivel nacional, solo por detrás de Andalucía. Su cultivo se concentra principalmente en la zona costera de Mazarrón, Águilas y Lorca, donde alrededor de 2.000 ha dedicadas a este cultivo generan unas 220.000 toneladas de fruta (MAPA, 2024). Este sector es un pilar fundamental de la agricultura local ya que tiene un gran impacto económico en la zona y juega un papel importante en la cadena de distribución de alimentos a nivel nacional e internacional.
