Hasta la llegada de Frankliniella occidentalis, la incidencia de los trips como plagas concernían al cultivo del olivo, pocos cultivos hortícolas como la cebolla, algunos frutales como la nectarina, a cultivos de flor como el clavel o el gladiolo y las ornamentales, siendo Thrips tabaci la especie principalmente implicada. Frankliniella supuso cambios sustanciales en la forma de control de los trips al ser vector de virosis. La dispersión de nuevas especies introducidas, como Thrips parvispinus o los Scirtothrips dorsalis y Scirtothrips aurantii, suponen un reto para la elaboración de las estrategias de control integrado en los sistemas de manejo fitosanitario de un buen número de cultivos. En una mirada retrospectiva se expone la evolución de la problemática fitosanitaria de los trips como elemento de partida para el control de las nuevas especies.

En el contexto de las plagas agrícolas los trips eran considerados, de forma relativa, como plagas secundarias. La relevancia de su incidencia en las producciones era motivo de atención, pero las repercusiones no suponían limitaciones insalvables para los productores.

Al realizar un análisis de la evolución de la problemática generada por tisanópteros a lo largo del tiempo en la agricultura hemos diferenciado tres periodos: i) desde el inicio de los estudios de las plagas de los cultivos hasta 1987; ii) desde la llegada de Frankliniella occidentalis en hasta 2016; iii) a partir de 2016 con la llegada de nuevas especies de Thrips y Scirtothrips.

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