En relación a la tesis que está desarrollando el equipo de Bioeconomía del IMIDA, de caracterización de la cadena productiva del limón en fresco, ha habido una disminución paulatina en los últimos años de unidades fertilizantes aportadas a través de fertilizantes inorgánicos y, del mismo modo, se han ajustado y disminuido mucho los tratamientos fitosanitarios químicos, con un avance significativo de estrategias combinadas con control biológico.
Respecto a la fertilización, en los últimos años, la fertilización ha evolucionado para adaptarse mejor a las necesidades específicas de los cultivos, principalmente debido a incrementos del precio de los fertilizantes. Esta reducción de la fertilización puede comprobarse comparando los equilibrios actuales (García Castellanos y col., 2024), con recomendaciones de años anteriores como las del MAGRAMA (2010).
Esta evolución también responde a la creciente preocupación por reducir la lixiviación de nutrientes y la inmovilización de estos en el suelo. Estos cambios están en línea con las políticas europeas, como la Directiva 91/676/CEE del Consejo, que busca abordar la contaminación por nitratos derivada de actividades agrícolas, o con la estrategia De la granja a la mesa de la UE, que pretende una reducción del 20% en el uso de fertilizantes inorgánicos de síntesis en el año 2030, en favor del incremento de fertilizantes orgánicos.
