Como no puede ser de otro modo, las condiciones meteorológicas del año 2024 marcaron el comportamiento de los problemas fitosanitarios de los cultivos en Aragón. Las escasas precipitaciones tuvieron como consecuencia una mínima incidencia de enfermedades, y por el contrario severos ataques de insectos y ácaros que se desarrollan bien en condiciones de sequía y altas temperaturas. Otros aspectos que están condicionando la sanidad vegetal en Aragón son, por un lado, la presencia de nuevas plagas, y por otro, la pérdida de sustancias activas eficaces en su control, sin que ello se vea compensado por la incorporación de nuevos métodos de control alternativos. Como consecuencia directa de esto, la cada vez más preocupante aparición de fenómenos de resistencia no para de acrecentarse.
Durante 2024, la incidencia de áfidos en los cultivos frutales fue semejante a la de otros años, pudiendo ser controlados, en general, de manera adecuada con los productos hasta el momento existentes en el mercado. La disminución de materias activas para el control de estas plagas puede suponer a partir de 2025 un problema, especialmente en el caso de Myzus persicae en el cultivo del melocotonero. Similar escenario comparte Cacopsylla pyri en el peral, plaga que se ha mantenido constante en las dos campañas anteriores pero que puede tener difícil solución al desaparecer, en un futuro cercano, todas las materias activas que la controlan de manera eficiente, sin que los medios biológicos de control que vienen utilizándose desde hace tiempo presenten un control suficiente.
