El Servicio de Sanidad Vegetal de Andalucía ha establecido una red de monitoreo con cerca de medio centenar de trampas para detectar la presencia de Euwallacea fornicatus. Por el momento, este escarabajo de la ambrosía solo ha aparecido en cuatro parcelas de aguacate, todas en los alrededores del casco urbano de Motril (Granada), pero su posible propagación inquieta a los productores de frutales subtropicales.
Desde su aparición, hace más de un año, esta plaga es un objetivo prioritario para Sanidad Vegetal, ya que es un vector de Fusarium sp., hongo causante de la marchitez del aguacate, que llega a provocar la muerte del árbol, y que en Israel y California se ha convertido en un problema fitopatológico de primer orden.
Técnicos de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural han establecido una red de monitoreo con 34 trampas en la provincia de Granada, diez en Málaga y una en Huelva. Rafael Sánchez Trujillo, jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía, explicó en el Encuentro Innovaciones y Retos en Sanidad Vegetal de Frutales Subtropicales que, hasta la fecha, se han realizado un total de 1.090 actuaciones dirigidas a la detección de E. fornicatus, entre observaciones visuales, toma de muestras y revisiones de trampas de esta red de monitoreo. “La finalidad de la red de trampeo es detectar de manera precoz la presencia de este organismo nocivo y proceder, en su caso, a realizar prospecciones intensivas en el entorno con el objeto de identificar los focos de la plaga (árboles afectados) e implementar medidas fitosanitarias dirigidas a la erradicación de ésta, de conformidad con la regulación vigente”, detalla Sánchez Trujillo, que como ponente también colaboró con la revista Phytoma con un artículo sobre E. fornicatus.
Este curculiónido puede afectar a múltiples hospedantes. Entre los síntomas externos asociados con él, se incluyen “pequeños orificios en el tronco de entrada y salida de adultos; manchas en la corteza exterior que pueden ser húmedas y oscuras o secas y de color claro; exudado seco o húmedo, conocidos como ‘volcanes de azúcar’; gomosis (resina seca) en el exterior de la corteza; excretas del insecto producidos por la actividad perforadora del escarabajo, especialmente cuando el nivel de infestación es alto, que se denominan ‘cerillas’ o ‘churrillos’; marchitez regresiva y, finalmente, la muerte de los árboles”.
“La mayoría de las especies de escarabajos de la ambrosía atacan solo a árboles que han muerto recientemente, que están enfermos o estresados; sin embargo, E. fornicatus puede colonizar árboles sanos y causar daños gracias al desarrollo progresivo de las poblaciones en el interior de los huéspedes”, especifica María Dolores Alcázar, responsable del Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Almería, que también participó en el Encuentro organizado por Phytoma.
Sanidad Vegetal ha realizado 1.090 actuaciones dirigidas a la detección de Euwallacea fornicatus, entre observaciones visuales, toma de muestras y revisiones de trampas
Tras la declaración oficial de la existencia de la plaga, la consejería estableció las zonas demarcadas y las medidas fitosanitarias a adoptar. Los titulares de las explotaciones agrícolas y otras superficies con cubierta vegetal que se encuentren en las zonas demarcadas, deben realizar prospecciones exhaustivas para determinar la presencia del coleóptero y, en caso afirmativo, realizar los tratamientos fitosanitarios con los productos fitosanitarios autorizados para su control.
En todos los árboles o arbustos, sean agrícolas, forestales u ornamentales de las zonas infectadas, en los que se sospeche o constate la presencia de la plaga, es necesario proceder a la poda de los mismos para eliminar las ramas afectadas y, en caso de que la afectación sea severa, se debe proceder a su completa eliminación. Los restos vegetales de árboles y arbustos afectados o posiblemente afectados por la plaga se destruirán de forma inmediata y preferentemente mediante trituración (astillas de menos de 3 cm) y al mismo tiempo será objeto de una aplicación insecticida con productos fitosanitarios. A continuación, estos restos triturados y tratados con insecticida deben ser compostados, solarizados, quemados o enterrados con cal viva a más de 50 cm de profundidad.
En febrero, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía publicó el baremo para el cálculo de las indemnizaciones correspondientes a las medidas fitosanitarias obligatorias adoptadas para el control y erradicación del escarabajo de la ambrosía.
Además de estas actuaciones llevadas a cabo por Sanidad Vegetal, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) ha iniciado varias líneas de investigación, dirigidas a la evaluación del perforador y hongo simbionte, para determinar sus posibles hospedantes reproductivos con el fin de planificar mejor las actuaciones de erradicación; la revisión y evaluación de todas aquellas prácticas agronómicas que pudieran favorecer la erradicación y el control de la plaga, como podas selectivas, fertilización, riego o lucha biológica; y la revisión, evaluación y estudio de la eficacia de sustancias activas fitosanitarias.