El vicepresidente de ASAJA y de COPA-COGECA, Pedro Gallardo, ha trasladado al comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, la oposición del sector agrario frente a la propuesta que la Comisión prevé presentar en el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (SCoPAFF) para aumentar del 0,01 al 0,09 miligramos/kilogramo la tolerancia de importación del triciclazol en las importaciones de arroz, a pesar de ser una sustancia cuyo uso está prohibido para los agricultores de la UE. Se trata del fungicida más eficaz contra la piricularia, la principal enfermedad de este cultivo.

Esta prohibición la sustancia activa más eficaz contra la piricularia Esta denuncia, a instancias de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), tuvo lugar durante una reunión de Praesidia (el foro de más alto nivel de COPA-COGECA, donde generalmente elevan los temas más importantes a las instituciones europeas) en la que se hizo hincapié en la falta de reciprocidad respecto a las producciones procedentes de países terceros que compiten con reglas de juego ventajosas en los mercados comunitarios. “Calificamos esta propuesta como incoherente, absurda e inmoral, ya que nos aleja aún más de las cláusulas espejo que defienden de boca nuestros políticos. Las importaciones de arroz a Europa se han incrementado un 40% en el último año comercial, y no entendemos ese trato de favor hacia Asia y más concretamente a la India donde, además, se han detectado interceptaciones por exceder el límite máximo de esta sustancia”, expuso Galardo. COPA-COGECA representa a las asociaciones de agricultores y cooperativas agrarias de la Unión Europea.

Entre otras cuestiones, el vicepresidente de ASAJA también subrayó ante el comisario de Comercio su rechazo al tratado de la UE con Mercosur, al considerarlo “un acuerdo muy lesivo para los agricultores y ganaderos españoles y europeos. Es más, de proceder la Comisión en esa línea, el acuerdo de Mercosur sería una guerra de estándares. No es que estamos en desacuerdo en todos los acuerdos comerciales, pero la Comisión tiene que recapacitar en este caso ya que se trata de una guerra de estándares donde tenemos las de perder”.