Los Servicios de Sanidad Vegetal de Asturias, Cantabria y País Vasco se están planteando sueltas de Tamarixia dryi para reducir las poblaciones de Trioza erytreae, vector del HLB presente en la península desde 2014, animados por los excelentes resultados obtenidos en Galicia, donde el parasitoide ha sido capaz de dispersarse desde los puntos de las sueltas y alcanzar niveles de parasitismo cercanos al 75%.

La avispilla originaria de Sudáfrica se liberó primero en Canarias, con excelentes resultados. Consiguió dispersarse no sólo en Tenerife, donde fue liberado, sino por las islas vecinas de Gran Canaria, La Palma, La Gomera y El Hierro. “La instalación en Canarias ha sido espectacular. Actualmente, los cítricos se desarrollan sin daños del psílido y es difícil encontrar poblaciones de T. erytreae en las islas”, comentó Alberto Urbaneja, coordinador del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología del IVIA en un seminario virtual organizado esta semana por la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana. El IVIA, en colaboración con otros centros de investigación, ha liderado este proyecto de control biológico clásico para prevenir la aparición en España de la enfermedad de los cítricos más peligrosa.

En otoño de 2019, se realizaron sueltas en tres localizaciones de Galicia, además de Portugal, y ante los buenos resultados obtenidos y el interés de otras Comunidades Autónomas, el Ministerio de Agricultura amplió la autorización para realizar más liberaciones en toda la península. Desde su detección en Galicia, Trioza eytreae se ha ido extendiendo hacia el sur, por Portugal, y hacia el este, por la cornisa cantábrica.

Actualmente, la Xunta de Galicia, cuyo Servicio de Sanidad y Producción Vegetal dispone de un insectario en Maceda (Ourense), y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias en Tenerife tienen crías del parasitoide Tamarixia dryi y cuentan con el apoyo de investigadores del IVIA. “Desde el IVIA hemos puesto nuestro total interés en participar con ellos y ayudarles en lo que sea necesario. Cuantas más liberaciones de Tamarixia dryi se realicen, la dispersión será mucho mejor”, asegura Urbaneja.

Mientras se intenta contener el avance del psílido hacia las regiones citrícolas de la península, se mira de reojo el acercamiento de otro vector del HLB, Diaphorina citri, cuya introducción en España “pondría en jaque nuestra citricultura”, según Urbaneja. Se trata de un vector mucho más agresivo, sobre todo en climas cálidos, y a pesar de que investigadores de Estados Unidos han identificado, estudiado e introducido en Texas, Florida y California un parasitoide específico, Tamarixia radiata, los resultados distan mucho de los logrados con Tamarixia dryi.