El proyecto europeo NOVATERRA sigue avanzando en su objetivo de aportar estrategias sostenibles e integradas para eliminar o reducir significativamente el uso de plaguicidas y su impacto en el medioambiente, en olivar y en viñedo. En un artículo reciente publicado en Phytoma, se resumen las actuaciones llevadas a cabo hasta el momento para un control sostenible en viñedo de mildiu, oídio, botritis y la polilla del racimo (Lobesia botrana).

El proyecto, liderado por el IRTA, se basa en la integración de tres enfoques clave: la búsqueda de productos alternativos a los fitosanitarios químicos, el uso de tecnologías de agricultura inteligente para una aplicación más precisa de los productos y la gestión del suelo para un mejor manejo integrado y control de plagas más eficiente. Durante 2021 se llevaron a cabo los primeros ensayos de campo en España, Francia, Italia y Portugal, en zonas con diferente presión de enfermedad, con diferentes características edafoclimáticas y diversidad de manejos agronómicos, para testar y validar estas estrategias.

En la búsqueda de alternativas, se han ensayado diferentes productos, como agentes de biocontrol, inductores de resistencia, feromonas, agua ozonizada y nanopartículas; estas últimas, como posible alternativa para reducir el uso del cobre y del azufre en el cultivo de la vid. Una de las herramientas que se han evaluado es EnraptaTM Lobesia Press, un dispositivo de confusión sexual para el control de L. botrana desarrollado por Corteva, que libera la feromona de manera gradual y consigue reducir los daños que produce la plaga en racimo.

NOVATERRA también está dando los primeros pasos en la investigación y el despliegue de la imagen espectral para la detección temprana de síntomas visibles de oídio, un método que puede ayudar a prevenir la propagación del patógeno.

Dentro del proyecto, la Universitat Politècnica de Catalunya trabaja en un desarrollo que permita caracterizar el volumen de vegetación del cultivo en cada zona de la parcela a partir de imágenes satelitales, para poder ajustar la dosis en la aplicación de plaguicidas en función del vigor del cultivo. Para ello, se ha diseñado y construido una plataforma específica que alberga sensores de ultrasonidos, cámaras multiespectrales y receptor GPS. Los datos generados, gestionados y elaborados mediante un software diseñado ad hoc, permiten la obtención de correlaciones precisas que se utilizarán, al final del proceso, en la elaboración de los mapas de prescripción.

También se va a implementar un sistema de apoyo a la toma de decisiones (DSS) para el seguimiento y gestión de plagas, que provea alertas para las principales plagas y enfermedades del viñedo y el olivar. Este DSS avanzado se integrará con una plataforma para la aplicación holística de fitosanitarios, que dará al usuario final toda la información requerida para implementar nuevas técnicas de agricultura de precisión.

El manejo del suelo constituye el tercer pilar de este proyecto. En este sentido, se están probando estrategias innovadoras en experimentos de campo en regiones geográficas que representan la variabilidad de las condiciones de cultivo europeas. Su eficacia se evaluará teniendo en cuenta la sanidad vegetal, el control de malas hierbas, la biodiversidad global (suelo, cobertura del suelo, planta huésped), el estado de la vid y el olivar durante la campaña (equilibrio nutricional en las hojas, actividad fotosintética, presencia de estrés hídrico, vigor, etc.) y el rendimiento de uva/aceituna al final de la campaña, tanto en cantidad como en calidad.

Otra de las tareas iniciadas en 2021 es la evaluación de la eficacia de las cubiertas vegetales y de la vegetación natural (márgenes) en el control de polilla del racimo. La Universidad de Burgos (UBU) y Terras Gaudas (Bodegas Terras Gauda) llevan a cabo ensayos específicos en sendos viñedos experimentales en los que se han sembrado diferentes mezclas florales. Una vez establecida la cubierta, se determinará su eficacia en siguientes campañas.

El proyecto también ha empezado a analizar tecnologías robóticas para la gestión de las malas hierbas. INES TEC, centro de investigación ubicado en el campus de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Oporto, ha diseñado Modular-E, un robot que puede cargar tanto accesorios de fertilización como diversas herramientas para el desherbado. Esta solución de pequeño tamaño y completamente autónoma permitirá nuevas estrategias sostenibles para el control de las malas hierbas.

“En su conjunto, y tras un año de ensayos de campo, el proyecto NOVATERRA va testando, desarrollando y afianzando las bases que lleven a una mejor gestión integrada de plagas del viñedo y del olivar mediterráneos, teniendo en cuenta múltiples factores y condiciones. De estas soluciones innovadoras, también se realizarán análisis de costes, valoración por parte de usuarios finales de la adopción de las innovaciones y una perspectiva de los consumidores sobre el valor de la reducción de uso e impacto de los pesticidas en el proceso productivo del vino y del aceite”, concluyen los investigadores que participan en el proyecto.