La demanda de trampas de feromonas contra el cotonet de Sudáfrica Delottococcus aberiae se ha desbordado. Tanto es así, que el fabricante no tiene capacidad de producción suficiente para atender todas las solicitudes de los agricultores y la Generalitat Valenciana ha decidido financiar sólo las que se utilicen en las comarcas más afectadas: Camp de Morvedre, en el norte de Valencia, y La Plana Baixa, en el sur de Castellón.

El Gobierno autonómico tiene previsto adquirir 2.250.000 de trampas y subvencionar el 50% de los tratamientos; es decir, entregar el mismo número de trampas que las compradas por los agricultores por su cuenta. De esta forma, se podrá cubrir una superficie de 10.000 hectáreas, unas diez veces más que las parcelas tratadas el año pasado, cuando se autorizó por primera vez este dispositivo de ‘atracción y muerte’ formulado con feromonas y piretrinas.

Finalizado el plazo de de solicitudes para efectuar los repartos de dispositivos de trampeo masivo, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha recibido cerca de trescientas solicitudes que agrupan a unos 7.000 beneficiarios. Muchas de estas solicitudes es para cubrir zonas no afectadas por esta plaga, ya que estos dispositivos también contienen feromonas para combatir otras dos plagas de cítricos importantes: el cotonet Planococcus citri y el piojo rojo de California (Aonidiella aurantii). Por esta razón, y ante la incapacidad del fabricante de atender en plazo más necesidades de las previstas en el contrato declarado de emergencia por la Conselleria, se ha decidido concentrar los trampeos subvencionados en la zona cero, las dos comarcas donde se ha detectado una mayor dispersión e incidencia de daños por D. aberiae.

Ayer entró en vigor el primer periodo de la autorización excepcional concedida por el ministerio para la colocación de estas trampas en la Comunidad Valenciana, que concluye el 21 de mayo. Del 13 de septiembre al 13 de octubre se abrirá un segundo periodo para poder colocar más trampas. Este sistema para reducir las poblaciones de la plaga, desarrollado por investigadores del Centro de Ecología Química Agrícola del Instituto Agroforestal Mediterráneo, es efectivo y no tiene efectos nocivos en el ecosistema, pero no es inminente: su eficacia se empieza a notar cuando han pasados dos o tres años de su instalación.

En paralelo a esta estrategia de trampeo masivo, la Generalitat Valenciana trabaja en otra de control biológico clásico con el parasitoide Anagyrus aberiae, originario de Sudáfrica. Hasta la fecha, ya se han realizado más de treinta liberaciones de individuos en más de veinte puntos de trece municipios valencianos afectados por la plaga, de las dos comarcas citadas anteriormente y de Camp de Túria (Valencia) y La Plana Alta (Castellón).