El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado en el Congreso de los Diputados que el Gobierno está respondiendo y actuando, en el seno de la Unión Europea, para paliar los efectos sobre el sector agroalimentario de la invasión de Ucrania, y en particular para buscar alternativas que aseguren el  abastecimiento de productos importados de este país como el maíz y el aceite de girasol, que junto a los fertilizantes constituyen las tres preocupaciones principales.

El ministro, en respuesta a una pregunta oral en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, se ha referido en primer lugar al maíz, ya que España importa de Ucrania el 22% de este producto, que se consume principalmente en la producción de piensos para alimentación animal. Planas ha recordado que España es uno de los países que ha solicitado a la Comisión Europea que se flexibilicen los criterios de importación para facilitar la llegada de maíz desde terceros países, y que se autorice también la ampliación de las superficies de cultivo de forma excepcional dentro de la Unión, siempre con garantías para la seguridad alimentaria.

 Con respecto al otro producto más importado de Ucrania, el aceite de girasol, el ministro ha asegurado que se van a buscar otros mercados suministradores, si bien en España “tenemos la suerte de ser el primer productor mundial de aceite de oliva, más un 45% del total, por lo que no tenemos un problema de grasas vegetales”.  En cuando a los fertilizantes, cuya producción está muy vinculada al gas, Planas ha matizado que el 50% de estos productos que se consumen en España son de producción nacional.

La situación en Ucrania y sus efectos sobre el sector agroalimentario también fue el tema principal de la comparecencia del ministro ante la comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Congreso de los Diputados, inicialmente prevista para informar sobre las perspectivas del sector agroalimentario en 2022. La comparecencia abordó otros asuntos como la aplicación de la nueva ley de la cadena alimentaria, el Plan Estratégico Nacional para la Política Agraria Común (PAC), los planes de recuperación con fondos europeos específicos para el sector agroalimentario, la modernización de regadíos, los seguros agrarios y la situación del sector pesquero.