Un estudio de la Universitat de les Illes Balears y el Servicio de Sanidad Forestal de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno balear ha identificado a Diplodia corticola como el patógeno responsable del decaimiento de la encina en Menorca.
El decaimiento severo de las encinas y robles en la cuenca del Mediterráneo ha sido atribuido a factores abióticos como la sequía y bióticos como los hongos patógenos y los insectos perforadores. Este trabajo, publicado recientemente en la revista Phytoma, tenía como objetivo identificar el agente causante de los síntomas de marchitamiento en cuatro encinares de Menorca, caracterizados por chancros externos, lesiones necróticas, muerte regresiva y hojas marrones adheridas a las ramas durante meses.
Este estudio se llevó a cabo en 2023, en cuatro encinares de Menorca que presentaban síntomas de decaimiento. Durante la fase de campo, se recolectaron muestras de tres encinas, separadas entre sí por 50 metros, de cada bosque. Se seleccionaron tallos y ramas con chancros. Los análisis moleculares permitieron identificar consistentemente a D. corticola como el principal patógeno. La confirmación de la identidad de las cepas halladas en los encinares de Menorca amplia el rango de expansión geográfica de este hongo.
A finales del siglo pasado se reconoció un serio problema de decaimiento en las encinas la península ibérica y en la cuenca del Mediterráneo. Varios factores, entre ellos las sucesivas sequías graves, los insectos perforadores de la madera y enfermedades, han estado implicados en este decaimiento. El hongo del suelo Phytophthora cinnamomi fue el primer patógeno reconocido como agente causal del marchitamiento de Quercus spp., pero en las Islas Baleares aún no se ha encontrado este hongo asociado a las encinas. El hallazgo de este estudio “confirma que la enfermedad del chancro causada por D. corticola es la especie más ampliamente distribuida y la más virulenta de los encinares del mediterráneo”, explican los autores del artículo, Ángel Pintos, Marc Mascaró, Juan Planas y Luis Núñez, que aconsejan nuevos estudios que ayuden a conocer mejor la incidencia del hongo en la isla.

